28 de noviembre de 2007

No a las presiones ni las amenazas

Las recientes acciones de violencia registradas en contra de medios informativos y periodistas en las ciudades de Sucre, La Paz y otras son preocupantes porque se alzan como una seria amenaza a la libertad de expresión y el pluralismo.

La intención de someter al periodismo a presiones y de amedrentar a los trabajadores de la información afecta no sólo la libertad de expresión garantizada en la Constitución Política del Estado sino también el derecho de la ciudadanía a estar oportuna y bien informada.

La interrupción forzada de las emisiones de Radio ACLO en la capital y las golpizas que recibieron reporteros, camarógrafos y fotógrafos en Sucre el pasado viernes 23 así como las agresiones de que fueron objeto el lunes 26 en La Paz otros periodistas, junto a las movilizaciones de gente irascible que se apostó frente a las instalaciones de canales de televisión y otros medios, son manifestaciones de intolerancia y violencia que deben ser condenadas.

Si bien hay medios que no siempre ajustan su trabajo a las normas éticas y profesionales del ejercicio periodístico, nada justifica el uso de amenazas para acallarlos o reconducir su línea. Como se analizó la semana pasada en un seminario organizado por la Asociación de Periodistas de La Paz, la autorregulación es la vía para evitar excesos que están dañando la credibilidad de los medios como lo reflejan encuestas de opinión.

El periodismo se debe a la ciudadanía que es diversa y no debiera ser cooptado por visiones que desconocen el pluralismo como una práctica democrática. En momentos de conflicto la información rigurosa y serena es un insumo fundamental para la ciudadanía.

Por ello, es indispensable que se aseguren las condiciones de libertad y respeto requeridas para el trabajo de periodistas y medios de comunicación, y que éstos, a su vez,
se desempeñen con responsabilidad.

En ese espíritu, el Observatorio Nacional de Medios, iniciativa de la Fundación Unir Bolivia y la Asociación Boliviana de Carreras de Comunicación Social que busca promover un periodismo de calidad para una mejor ciudadanía, se suma al llamado que se ha hecho a las autoridades nacionales y locales así como a la población en general para que contribuyan a preservar las garantías constitucionales que protegen el trabajo periodístico en el país.
Observatorio Nacional de Medios (ONADEM)

La Paz, 27 de noviembre de 2007

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