4 de septiembre de 2012

A propósito de la querella gubernamental contra la Agencia de Noticias Fides y los periódicos Página Siete y El Diario A propósito de la querella gubernamental contra 3 medios




A propósito de la querella gubernamental contra la Agencia de Noticias Fides y los periódicos Página Siete y El Diario

El gobierno interpuso el pasado 21 de agosto una denuncia “en contra de los autores, cómplices y encubridores, en especial en contra de los representantes legales, editores y responsables de las notas” publicadas por ANF, Página Siete y El Diario con relación a palabras que emitió el presidente Evo Morales en la feria de productos del programa “Empoderar” que se celebró en Tiwanaku cinco días antes (miércoles 15).

Las afirmaciones presidenciales

En la oportunidad, durante su discurso, el presidente Morales dijo:

“En el oriente boliviano, donde todo el año se produce, yo digo solamente por falta de voluntad podemos ser tan pobres o no poder tener alimento, mientras en el altiplano es diferente: si hay helada, si no hay lluvia, si hay granizada, no hay alimento, es una verdad eso, pero en el oriente no, sólo por flojos podemos hambrear”.

Esas afirmaciones originaron una noticia que la agencia Fides distribuyó a las 19:39 del miércoles 15 y que al día siguiente fue reproducida por los periódicos Página Siete y El Diario de La Paz.

La noticia de ANF

La noticia publicada por la agencia tuvo este titular y este primer párrafo:

Evo dice que si se hambrea en el oriente es por “flojera”Las declaraciones del presidente del Estado han sido repudiadas y consideradas discriminatoriasLa Paz/Santa Cruz, 15 ago. (ANF).- El presidente del Estado, Evo Morales, afirmó este miércoles que si la gente pasa hambre en el oriente del país es por “flojera” mientras que en el occidente es a causa de fenómenos climatológicos. Las declaraciones del primer mandatario fueron duramente rechazadas por autoridades y representantes de la región oriental del país, quienes las calificaron como discriminatorias.

La noticia de PÁGINA SIETE

A su vez, la noticia que publicó el periódico Página Siete tuvo este titular y este primer párrafo:
Evo acusa de “flojos” a los habitantes del orienteEl presidente Evo Morales afirmó que si la población pasa hambre en el oriente del país es por “flojera”, mientras que en el occidente es a causa de fenómenos climatológicos. (Jueves 16 de agosto de 2012, Nacional, pág. 4)

Las noticias de EL DIARIO

 La primera noticia que publicó El Diario tuvo este titular y este primer párrafo:

Crítica de Morales al oriente provoca airadas protestasLa expresión del Mandatario en Tiwanaku motivó reacciones inmediatas en la región oriental, cuyos representantes le recodaron que en ese sector del país se trabaja y mucho en labores agropecuarias, ganaderas y forestales.La comparación que hizo el presidente Evo Morales entre oriente y occidente y la posterior afirmación, en sentido que si la gente oriental pasa hambre es por flojera, provocó una serie de reclamos de instituciones y dirigentes de esa región. (Jueves 16 de agosto de 2012, nota de apertura de primera página)

La segunda, que apareció en página interior, tuvo este titular y este primer párrafo:

En esa región se produce el 70% de los alimentos de BoliviaMorales opina que el oriental es flojo y le critican por discriminadorLuego que el Presidente del Estado Evo Morales afirmara ayer que si la gente pasa hambre en el oriente del país es por “flojera”, a diferencia del sector occidental, el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), recordó el papel fundamental de esta región del país como matriz agropecuaria y de sede del aparato productivo nacional. (Jueves 16 de agosto de 2012, Economía, tercer cuerpo, pág. 2)

Las reacciones gubernamentales

Frente a las publicaciones señaladas, el gobierno hizo conocer su posición en distintos momentos y a través de diferentes medios locales y nacionales.

La ministra de Comunicación, Amanda Dávila, en conferencia de prensa realizada el jueves 16 de agosto, expresó su molestia porque consideró que la agencia Fides

“de manera sistemática viene distorsionando las declaraciones de las autoridades” y agregó que “esta distorsión noticiosa se reproduce” en los medios que usan los servicios de dicha agencia informativa.

Dávila dijo que ANF “ha hecho una nota que condenamos nosotros por su sentido malicioso, tendencioso y provocador, señalando que el presidente Evo Morales en un discurso pronunciado ayer en Tiahuanaco afirmó que los cruceños tienen flojera para trabajar y que son flojos”.

La ministra llamó la atención sobre el hecho de que la agencia, que en su criterio cometió un error, no procedió a efectuar la rectificación que –indicó– correspondía que fuera hecha.

Finalmente sostuvo que “esta tendenciosa noticia ha salido casualmente en el periódico Página Siete y también en el periódico El Diario”.

El domingo 19 de agosto el ministro de Gobierno, Carlos Romero, anunció el inicio de una querella criminal contra ANF por haber “tergiversado” las palabras del presidente Morales, hecho que –manifestó– muestra que existe “una campaña claramente dirigida a debilitar la imagen del presidente, pero basada en mentiras, en calumnias”.

Romero también apeló a la ética periodística cuando dijo que “El tema de fondo es que alguien cometió una ligereza y ese alguien debería tomar la iniciativa, ¿no es cierto?, de reconocerlo públicamente y asumir su responsabilidad y no eludirla, porque es un elemento mínimamente ético que esperamos”.El 21 de agosto el viceministro de Régimen Interior y Policía del Ministerio de Gobierno, Jorge Pérez, envió una carta al director de ANF, padre José Gramunt, en la que afirmó que el titular y el primer párrafo de la noticia publicada por la agencia “constituyen una evidente tergiversación de la reflexión del Presidente Morales”.

Pérez, en su misiva, se refirió al aspecto central de su cuestionamiento: la agencia “Entrecomilló la palabra ‘flojera’ que no fue pronunciada de esa manera por el mandatario” y explicó que ello –esa palabra entrecomillada– “ha ocasionado una lesión al sentimiento colectivo del oriente boliviano”.

En la misma nota, el viceministro mencionó “la decisión del Gobierno del presidente Evo Morales de hacer prevalecer nuestros derechos como institución pública en los estrados judiciales ante semejante manipulación”.

Por último, el Ministerio de la Presidencia interpuso una demanda ante la Fiscalía el mismo 21 de agosto por la tarde. 

Los argumentos legales del gobierno

El gobierno estructuró dos argumentos para plantear la querella:
En un primer caso, la ya referida carta del viceministro Pérez establecía las siguientes líneas de razonamiento:

1. ANF “tergiversó” las palabras del presidente Morales al sustituir el término “flojos” por el de “flojera”.

2. Ese hecho –la “tergiversación” señalada– ocasionó “una lesión al sentimiento colectivo del oriente boliviano” cuyos pobladores “se han sentido discriminados”.

3. La discriminación constituye “al entender del Gobierno Nacional un hecho delictivo”.

4. Consiguientemente, dado que la información de la ANF “está dejando entender de (sic) que el Presidente discriminó al oriente boliviano”, la agencia cometió el delito de calumnia(1). 
En el segundo, expresado en el memorial de denuncia presentado a la Fiscalía, está expuesta esta otra argumentación:

1. ANF publicó una nota “que es reprochable penalmente por su sentido malicioso, tendencioso y provocador”.

2. Esa nota, junto a las publicadas por los periódicos Pagina Siete y El Diario sobre el mismo tema, “generan un enfrentamiento y consecuentemente un Odio racial y discriminación entre bolivianos”.3. El presidente en su discurso cuestionó “la productividad e improductividad de la Tierra aduciendo cuestiones climatológicas, sin tildar a ninguno de los pobladores de región alguna de ‘flojos’”.

4. Las publicaciones señaladas representan hechos tipificados como delito de “difusión e incitación al racismo o la discriminación” y los representantes legales, editores y responsables de las notas publicadas de los tres medios ya mencionados “incurren en la probable comisión del delito referido, porque de manera pública, tendenciosa y repetida divulgan de forma tergiversada el discurso del Primer Mandatario del Estado Plurinacional”.

5. El propósito de esa acción fue “promover racismo y/o discriminación a fin de generar un enfrentamiento entre dos regiones de nuestro país (occidente y oriente) con la clara intención de dividir a nuestro país Bolivia”.

6. “…esta situación ya manifestó consecuencias que además podrían agravarse, puesto que provocó airadas reacciones de las autoridades y población de Santa Cruz, con repercusión nacional, poniendo de esta manera en peligro la unidad del Estado Plurinacional”.

7. Las notas periodísticas que contienen la “tergiversación” de las palabras de Morales “tratan de hacer del Presidente una especie de figura Anti-Cruceña o Anti-Oriental, aprovechando maliciosamente la condición Indígena del Presidente, cuando jamás se ocuparon de contextualizar el discurso, sino reprodujeron frases armadas a conveniencia”.8. En consecuencia, “tratándose de un delito de carácter público”, el Ministerio de la Presidencia interpone la denuncia contra los tres medios.

El razonamiento político del gobierno

Además de los argumentos expuestos en el punto anterior, el gobierno desarrolló también un razonamiento político en torno a la publicación de las notas, sus motivos y consecuencias. 
 De las declaraciones de los ministros Dávila y Romero, así como del contenido de la denuncia planteada por el Ministerio de la Presidencia, se puede identificar estos elementos en ese caso:

- La agencia Fides distorsiona de manera sistemática las declaraciones de las autoridades gubernamentales.- Hay una campaña opositora de desprestigio contra el presidente Morales “basada en mentiras y calumnias” y “claramente dirigida a debilitar la imagen del presidente”.

- Se busca enfrentar al presidente con el pueblo de Santa Cruz.- Se busca la división del país, razón por la que la unidad del Estado Plurinacional ha sido puesta en riesgo.

La situación posterior

Tras el anuncio del inicio de la querella y con posterioridad a la presentación de la denuncia oficial se produjeron estos hechos centrales:

- Distintos voceros de los órganos Ejecutivo y Legislativo se pronunciaron en apoyo de la decisión gubernamental de enjuiciar a los medios. Sólo el senador Eduardo Maldonado, del MAS, convocó a que los medios “se rectifiquen” para cerrar el caso.

- Los directores de ANF y el periódico Página Siete, José Gramunt y Raúl Peñaranda, respectivamente, rechazaron las acusaciones del gobierno y señalaron que el tribunal penal no tiene competencia en esta materia.

- Organizaciones periodísticas de distintas zonas del país rechazaron el procesamiento de los tres medios, efectuaron movilizaciones de protesta, reclamaron el respeto de la libertad de expresión, plantearon que se aplique la Ley de Imprenta y anunciaron que denunciarán el caso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.- Los periodistas distinguidos con el Premio Nacional de Periodismo y varios ex presidentes de asociaciones de periodistas el 1 de septiembre pidieron al gobierno en una “Carta a la Nación” que retire la demanda contra los tres medios acusados y que corrija su relación con el periodismo en bien de la democracia.

La protección constitucional

La Constitución Política del Estado, en su capítulo de Derechos Civiles y Políticos establece los siguientes derechos:

Art. 21, numeral 5. “A expresar y difundir libremente pensamientos y opiniones por cualquier medio de comunicación, de forma oral, escrita o visual, individual o colectiva”.

Art. 21, numeral 6: “A acceder a la información, interpretarla, analizarla y comunicarla libremente, de manera individual o colectiva”.
Y en su capítulo sobre Comunicación Social, establece:

Art. 106, numeral II: “El Estado garantiza a las bolivianos y los bolivianos el derecho a la libertad de expresión, de opinión y de información, a la rectificación y la réplica, y el derecho a emitir libremente las ideas por cualquier medio de difusión, sin censura previa”. Art. 106, numeral III: “El Estado garantiza a las trabajadoras y los trabajadores de la prensa, la libertad de expresión, el derecho a la comunicación y a la información”.

Art. 107, numeral II: “La información y las opiniones emitidas a través de los medios de comunicación social deben respetar los principios de veracidad y responsabilidad. Estos principios se ejercerán mediante las normas de ética y la autorregulación de las organizaciones de periodistas y medios de comunicación y su ley”.
Las previsiones anti-discriminación 
La Ley contra el Racismo y toda forma de Discriminación en su capítulo IV (Instancias competentes de protección a las víctimas de racismo y toda forma de discriminación) establece:

Art. 16: “El medio de comunicación que autorizare y publicare ideas racistas y discriminatorias será pasible de sanciones económicas y de suspensión de licencia de funcionamiento, sujeto a reglamentación”.
Y en su capítulo V (Delitos contra la dignidad del ser humano), artículo 23, establece la incorporación del capítulo “Delitos contra la dignidad del ser humano” en el Título VIII del Libro Segundo del Código Penal.
Ahí mismo, en el Art. 281 quater modificado, relativo a “Difusión e incitación al racismo o a la discriminación”, establece:

“La persona que por cualquier medio difunda ideas basadas en la superioridad o en el odio racial, o que promuevan y/o justifiquen el racismo o toda forma de discriminación, por los motivos descritos en los Artículos 281 bis y 281 ter, o incite a la violencia, o a la persecución, de personas o grupos de personas, fundados en motivos racistas o discriminatorios, será sancionado con la pena privativa de libertad de uno a cinco años”.

Y en el numeral II de dicho artículo agrega:
“Cuando el hecho sea cometido por una trabajadora o un trabajador de un medio de comunicación social, o propietario del mismo, no podrá alegarse inmunidad ni fuero alguno”.

El Reglamento de la ley anti-discriminación establece los siguientes aspectos:

Art. 16 (De las faltas). Se consideran faltas de los medios de comunicación cualquier sea su naturaleza la autorización de la difusión y publicación de ideas racistas y discriminatorias, que se traducen en las siguientes:

1. Expresiones deliberadas y sistemáticas, consistentes en manifestaciones verbales o escritas, con el propósito de dañar la dignidad de determinada persona o grupo por motivos racistas o discriminatorios.

2. Difusión sistemática de mensajes con contenidos racistas o discriminatorios, en propagandas, espacios pagados, avisos solicitados y publicidad, que inciten al odio, desprecio, violencia o persecución de una determinada persona o grupos de personas.

3. Defensa o elogio de los actos de racismo o discriminación con el fin de justificar el odio, la violencia o la persecución de determinada persona o grupo.
Y en el artículo 21 (Conductas que no generan responsabilidad directa para los medios de comunicación) establece:

“La publicación o difusión de ideas y mensajes racistas y discriminatorios no generará responsabilidad directa al medio de comunicación en los siguientes casos:1. Cuando se publiquen o difundan como parte de cobertura informativa o de las tareas propias de la comunicación, sin que constituyan defensa o elogio de acciones de racismo y discriminación”.

Apreciaciones sobre el caso

Se debe considerar que un relato periodístico, por los modos técnicos de procesamiento de la información (que selecciona, organiza y jerarquiza los datos), es necesariamente una interpretación de aquello que es narrado. 
 En ese marco, si el presidente Morales manifestó que, a diferencia de lo que sucede en el altiplano, en el oriente “sólo por flojos podemos hambrear”, hizo claramente una referencia indirecta a la “flojera” como causa probable de que se produzca hambre en la región oriental.

En consecuencia, la interpretación periodística de las expresiones del presidente (derecho garantizado en el Art. 21 de la Constitución) presente en la nota informativa de la agencia Fides (“Evo dice que si se hambrea en el oriente es por ´flojera´”) no supuso distorsión, tergiversación o incitación al racismo.

El titular del periódico Página Siete señaló que el presidente Morales acusó “de ‘flojos’ a los habitantes del oriente”, interpretación que indica que el sentido de lo expresado por el gobernante fue el de una acusación. A su vez, el titular del periódico El Diario en su nota de página interior dijo que “Morales opina que el oriental es flojo”,  interpretación periodística que habla de una opinión del presidente y sugiere que con ella expresó una generalización. Esos titulares no corresponden exactamente al contenido de las informaciones desarrolladas posteriormente en las noticias respectivas. No obstante, en los textos de las noticias publicadas por Página Siete y El Diario no es posible hallar difusión sistemática (pues se trató de una publicación en un día), defensa o elogio de actos de racismo o discriminación, promoción o justificación del racismo o la discriminación ni “insultos y otras agresiones verbales por motivos racistas o discriminatorios” (Art. 24 de la ley anti-discriminación) contra el presidente.

Por tanto, la causal aludida por la denuncia gubernamental (delito de difusión e incitación al racismo) no parece tener asidero en los hechos (las notas informativas).

De igual modo, tanto la acusación del gobierno en torno a las presuntas intenciones opositoras y confrontacionistas de los responsables de las noticias como su versión respecto a las supuestas consecuencias separatistas de esos materiales periodísticos aparecen claramente desvinculadas del cuestionamiento oficial inicial que se refería a una “tergiversación” informativa.

Recomendaciones

Dada la situación planteada, el gobierno debiera considerar la presentación de un reclamo formal tanto ante el Tribunal de Ética Periodística de la Asociación Nacional de la Prensa como ante el Consejo Nacional de Ética Periodística.

El gobierno debe reconocer que ni la penalización de la interpretación periodística de los hechos ni el reiterado estímulo de un enfrentamiento con los medios informativos son una vía adecuada para lograr que la democracia y el pluralismo se fortalezcan o para que la ciudadanía acceda a información necesaria, responsable y de calidad.

A su vez, los responsables de los medios noticiosos y de los gremios periodísticos, además de defender y promover el Derecho a la Información y la Comunicación (DIC) establecido y garantizado por la Constitución Política del Estado, debieran ejercitar una supervisión ética y técnica más rigurosa sobre el tratamiento de las noticias, las opiniones y los análisis referidos a temas, instituciones y personas con repercusión pública.

Sin embargo, las autoridades de los distintos ámbitos y niveles del Estado debieran considerar siempre el alcance que pueden llegar a tener sus actos y declaraciones en el espacio mediático.

Y la ciudadanía debiera estar permanentemente vigilante y ser exigente respecto de la vigencia del DIC en el país.Bolivia, septiembre 3 de 2012

¿EL ALTO, UNA CIUDAD PELIGROSA, POBRE Y DE POCO INTERÉS PERIODÍSTICO?

Representación de la ciudad de El Alto en los medios paceños y alteño esquema
  
Monitoreo sobre la representación que los medios escritos paceños y alteño tienen de El Alto 


Introducción


¿El Alto, un non-hecho periodístico? Al empezar esta investigación se pensaba que la ciudad de El Alto, aunque está alcanzando el millón de habitantes no era un lugar donde se mueven los periodistas de prensa escrita. Sin contar que aunque tiene tantos habitantes como La Paz, El Alto solo cuenta con un diario: El Alteño.

Con este primer monitoreo se quiere analizar la representación que los medios de comunicación escritos paceños y alteño tienen de la ciudad de El Alto. La primera impresión obtenida a partir de la lectura preliminar de la cobertura periodística era que en El Alto solo se cubren hechos de violencia, criminalidad y/o delincuencia.  Y en parte se confirmó esta primera intuición. Con unos matices.  

Si El Alto esta representada como una ciudad peligrosa con mucha criminalidad (cada una de cinco noticias tematiza hechos de delincuencia), también la representación que los medios escritos dan de la ciudad es la de una ciudad en obras, pidiendo/necesitando más infraestructura básica y que aparece como una ciudad pobre. La mayoría de las notas (44%) tiene un enfoque negativo (salvo en el diario Cambio que es el único diario en el monitoreo que tiene una mayoría de notas con enfoque positivo (57%)).

Lo que sorprende en el análisis es que en su gran mayoría no parece la firma de los periodistas autores/as de las notas. Lo que da la impresión que en siete periódicos son máximo ocho los periodistas que se encargan de la cobertura periodística de El Alto. Otra señal de la poca importancia periodística de la ciudad de El Alto.

También parece que los periodistas favorecen un trabajo de portavoz de la fuente, más que de investigación cuando se trata de eventos en El Alto. Lo que se nota en el análisis es la alta presencia de fuentes oficiales (policía, alcaldía, funcionarios-as, etc.) y entre ellas 27% es la Fuerza de Lucha Contra el Crimen (FELCC). Salvo El Alteño (32%), el porcentaje  de fuentes oficiales pasa el 50% en todos los periódicos. Es decir que un muchos casos el periodista se contenta de la versión oficial sin buscar contraparte.

Pero sí lo que llama la atención al momento de comparar los tratamientos periodísticos es la cobertura del único periódico alteño. Entre los distintos estilos periodísticos es interesante destacar lo de El Alteño que de verdad está buscando la voz del vecino-a realizando un verdadero trabajo de proximidad.  Aunque la proximidad no es siempre sinónimo de calidad hay que valorar el esfuerzo de este periódico por diversificar sus fuentes.

Al final se confirma la necesidad de mejorar la presencia y la calidad periodística de la cobertura periodística de El Alto. De eso depende parcialmente una representación más equitativa, positiva y menos discriminadora de esta joven urbe.

Que se entiende por representación en los medios de comunicación

Este monitoreo se concentró en las representaciones mediáticas como factor de influencia de las representaciones sociales. 

 Se piensa que las representaciones sociales son ineludibles en la comunicación en la medida de que “provee un código para el intercambio social y otro para nombrar y clasificar los diversos aspectos del mundo y de la historia individual y grupal” (María Auxiliadora Banchs, 2005).

Se cree también que una representación mediática tiene una cara verbal y una cara icónica. Por esta razón se decidió analizar a la vez el texto de la nota y la foto que la acompaña.

En este sentido se considera que las representaciones mediáticas de El Alto son a la vez el fruto de las representaciones sociales y a la vez el motor. Existe una construcción de influencia mutua sabiendo que en un contexto urbano las representaciones sociales se alimentan de las representaciones mediáticas y viceversa.   “La representación social no se construye en relación directa con el medio de comunicación. El medio es un difusor y un propulsor de representaciones. Las representaciones se originan en la comunicación, se manifiestan en ella e influyen sobre ellas” (María Auxiliadora Banchs, 2005).

También se considera que si el periodista tiene una parte de responsabilidad en la representación que difunde de El Alto, no esta siempre consciente del sesgo que puede contener sus notas. Como dijo el sociólogo Pierre Bourdieu, cada periodista es dependiente de un “habitus” fruto de una pertenencia social y de una historia colectiva que da por natural lo que tendría que ser analizado y criticado (Pierre Bourdieu, 1996). Así  cada periodista creerá que su manera de ver y analizar la realidad es la más “natural” (John Culkin, 1969).

Finalmente es cierto que las representaciones sociales son cambiantes y no se pretenden hegemónicas. Así este monitoreo quiere acercarse lo más posible a las representaciones mediáticas que los periódicos difunden sobre esta urbe del altiplano, para después examinar hasta qué punto corresponden a la realidad alteña. Su meta final es promover el derecho a una información de calidad a la cual puedan acceder todas y todos fomentando cambios positivos  en la práctica periodística.

La ciudad de El Alto: unos datos

Datos socioeconómicos

El Alto es una ciudad y un municipio ubicado en el departamento de La Paz, situada al oeste de Bolivia en la meseta altiplánica. La extensión territorial del Municipio de El Alto es aproximadamente, de 388.000 Km2. Forma parte del área metropolitana de La Paz, con la que forma la segunda aglomeración urbana más grande del país después de Santa Cruz. Se encuentra a una altitud de 4.070 msnm. Tiene una población de casi 1 millón de habitantes (648.000 en 2000) (Proyección 2010 del INE). Claramente se advierte el crecimiento de la población del Municipio de El Alto, lo cual conlleva una serie de connotaciones, que van desde la decisiva participación en el contexto nacional, hasta el incremento de la demanda de servicios, que competen al ámbito municipal, por parte de la ciudadanía alteña. Una de las características sobre la composición demográfica de El Alto, es que está compuesta por una población eminentemente joven (aproximadamente el 39,5% tiene menos de 15 años) (PDM 2006-2011).

La mayoría de las unidades productivas de El Alto corresponden a la clasificación de “micro industrias manufactureras”, representando el 90% de un total de más de 5.000 empresas del rubro de establecimientos manufactureros de esta urbe. La grande y mediana industria, pese a su número reducido (34 establecimientos), también concentra una alta proporción del empleo manufacturero. Asimismo, el Censo Nacional de Población y Vivienda 2001, señala que El Alto tiene un 22% de población ocupada que trabaja en la Industria Manufacturera y 27% en Comercio. Esta misma actividad comercial es la que la llevó a su desarrollo y éxito poblacional.

En El Alto se establecen inmigrantes del resto del país y de provincia del Altiplano, en especial recién llegados de las áreas rurales quienes buscan una oportunidad en "la ciudad". 21% de los habitantes de los pobladores de El Alto han nacido en esta ciudad, mientras que 70% de los paceños han nacido en La Paz (Rojas Ortuste, 2010).

En el Municipio de El Alto, el 14% de la población, de 6 y más años, alcanzó un nivel de instrucción secundaria completa, y el 48% registró un nivel de instrucción en primaria incompleto. Se debe destacar, que el porcentaje de profesionales a nivel licenciatura, sólo alcanza el 1.6% del total de la población. La Ciudad de El Alto registró un 67% de pobreza según las necesidades básicas insatisfechas, (significando una disminución de 7% con respecto al año 1992), siendo el municipio que presenta el índice NBI (necesidades básicas insatisfechas) más alto con respecto a las principales ciudades de Bolivia.

De acuerdo a las características culturales del Municipio de El Alto, la población es mayormente de origen aymara, sin embargo, el idioma más empleado es el castellano, más del 70% de los alteños profesan la religión católica, pero a la vez se presenta una combinación con costumbres y tradiciones ancestrales que se exteriorizan en parte a través de la participación en fiestas patronales.

Paisaje comunicacional

Con relación a los medios de comunicación masiva, existen en el área urbana de El Alto las señales de 14 canales de televisión, de los cuales 2 se encuentran en la ciudad de El Alto; las emisoras radiales son numerosas con domicilio en ambas ciudades; en la ciudad se cuenta con un periódico propio, “El Alteño”, que compite con los principales periódicos de la ciudad de La Paz y que son de circulación nacional como La Razón, El Diario, y La Prensa (PDM 2006-2011).
 

El Alto, una ciudad peligrosa…dicen los medios

Este monitoreo sobre la representación que los medios paceños y alteño tienen de El Alto se realizó entre el 9 y el 23 de enero de 2012. Este periodo fue elegido por ser bastante “normal” en la medida de que no hubo mayores conflictos o eventos que hubieran podido crear un sesgo en la cobertura periodística. Unos de los eventos medianos que influenciaron parcialmente la cobertura mediática fueron el deslizamiento en Alpacoma y el colapso de la morgue de La Paz que puso sobre la mesa la ausencia de morgue en El Alto.

Se decidió analizar las notas de prensa de seis  periódicos paceños (La Razón, El Extra, Página 7, Cambio, El Diario y La Prensa) y del único diario de El Alto, El Alteño. Esta elección no es exhaustiva pero incluye a los periódicos privados de mayor circulación en la ciudad de La Paz a los cuales hemos añadido Cambio para medir la diferencia de cobertura entre un periódico oficial y un periódico privado. Se trabajó también con el periódico sensacionalista El Extra para analizar el espacio que tiene los temas alteños en él especialmente los que tienen que ver con delincuencia.

Dentro de la muestra de dos semanas se hizo una compilación de todas las notas publicadas y de las ilustraciones. Se quiso analizar, además del numero de notas y de los temas tratados, el enfoque (positivo, negativo, neutral) y la ubicación de las notas para saber qué importancia se les estaba dando. Se busco también conocer a los autores de las notas y sus fuentes, esto último para analizar la importancia que se estaba dando a los eventos de la ciudad y la calidad del trabajo periodístico (diversidad de fuentes). Se dio también una mirada especial a las fotos  para medir el impacto que podrían tener las imágenes sobre la representación que un lector o una lectora tiene de El Alto. 

Con este monitoreo se quiere analizar la representación que los periodistas y los medios paceños (y alteño) tienen de la urbe de El Alto y de los Alteños. También se busca enfatizar los prejuicios o sesgos que padece el tratamiento periodístico sobre temas alteños. Nuestra hipótesis es que la representación que los medios de prensa escrita dan de El Alto es mayormente negativa y bastante enfocada en los problemas de delincuencia.


Una cobertura mínima

En el transcurso de los 15 días analizados se han encontrado unas 383 notas en total en los 7 periódicos.  De las cuales 213 (56%) fueron publicadas en El Alteño. En segundo lugar se encuentra La Razón con 63 notas, siguen Página Siete y Cambio (35 notas), El Extra (20 notas), La Prensa (15 notas) y finalmente El Diario con 2 notas en 15 días. 



Se tiene también que considerar que en La Razón y El Alteño, el 66% de estas notas eran noticias secundarias o breves.  Al contrario, Cambio (52%) tiene más notas que son aperturas de página interior, páginas enteras o doble páginas. En los demás periódicos las cifras muestran poca diferencia con la Razón y El Alteño: El Extra (65%), La Prensa (60%), Página Siete (57%) y el caso especial  de El Diario (2 notas secundarias). En total, la mayoría de las notas sobre El Alto son notas secundarias o breves. 

En promedio, entre los 7 periódicos, se publicaron 25 notas por día sobre El Alto. De las cuales, 62% son breves o notas secundarias. En los 6 medios paceños estudiados, se publicó en promedio 11 notas por día.
Es interesante destacar que unos periódicos tienen una estrategia específica de cobertura para El Alto. La más elaborada es la del diario Cambio que tiene cada semana un suplemento “El Cambio alteño” de 8 páginas que permite tratar más a fondo unos temas de investigación como el trabajo infantil, la implementación laboral de los jóvenes mecánicos, el éxito del orquesta sinfónico, etc. La Razón publica también una página diaria sobre El Alto bajo la sección “Ciudades El Alto”. El Alteño por su parte tiene secciones especialmente dedicadas a El Alto: El Alto, El Alto de cerca, aunque en la mayoría de las demás secciones se encuentran notas sobre el Alto. Los demás periódicos no reflejan una política clara en cuanto a la cobertura de los eventos de El Alto.

Es interesante ver que los dos periódicos (aparte de El Alteño) Cambio y La Razón que han implementado una estrategia de cobertura en El Alto se encuentran o con el mayor numero de noticias o con las mejores ubicaciones de las notas.

El Alto, peligroso y en construcción

Temas abordados en las notas

El análisis de los temas tratados por los periódicos da una idea de las temáticas que tienen prioridad en la cobertura periodística de la ciudad de El Alto. Esta priorización influye en la construcción colectiva de su representación de El Alto. En este sentido, la ciudad, a través de las notas de estas dos semanas de enero 2012, se presenta primero como una ciudad que tiene un nivel de delincuencia muy importante, segundo, que favorece un nivel de actividad de las organizaciones sociales muy alto y finalmente que necesita o constantemente pide obras públicas (carreteras, escuelas, centros de salud, etc.). 

De las 383 notas analizadas, 80 (20%) tratan de temas de delincuencia, 50 (13%) de la vida de las autoridades u organizaciones locales y 38 (10%) de obras. 



Con cada una de cinco noticias tematizando hechos de delincuencia, este análisis tiende a confirmar la “peligrosidad” de la ciudad de El Alto por los medios paceños y alteño. El porcentaje podría ser aún más alto si se añade las noticias sobre temas de seguridad (25%). Se decidió distinguir los dos temas por la razón de que el enfoque es distinto. En el caso de las noticias sobre delincuencia, ellas emanan más las noticias de la crónica roja, en el caso de la seguridad se profundiza más sobre la inseguridad ciudadana.


Un análisis más detallado muestra que la mayoría de estas 80 noticias (63%) tratan de asesinatos. En esta época los medios de comunicación ofrecieron una cobertura amplia de casos de asesinatos por estrangulación especialmente a choferes de taxi o minibuses. Le siguen en cifras los robos a victimas (22%).

También se podría concluir que el robo es el tema más importante en la cobertura periodística de la delincuencia, siendo la causa fundamental de los asesinatos en su gran mayoría. Por cuestiones de claridad hemos preferido priorizar el asesinato sobre el robo en los casos donde aparecen los dos temas. Pero en total 85% de las noticias sobre delincuencia tratan de temas de asesinatos o robos. Lo que refuerza en la representación que el lector o la lectora tiene de El Alto la de una ciudad peligrosa para cualquier-a ciudadano-a. De hecho la mayoría de las notas se tratan de personas comunes como los choferes de minibuses o comerciantes de la 16 de Julio que terminan muertos por estar en posesión de pequeños montos de dinero.

Podemos subrayar la casi total ausencia de notas sobre el tema de las drogas o del narcotráfico (una nota) que empieza a ser un problema mayor en El Alto y de casos de violaciones o de violencia contra mujeres (una nota). Se puede imaginar que se requiere un mayor compromiso periodístico en términos de tiempo y investigación que el empleado en la nota inspirada en el reporte policial. 

El otro tema que sorprende por su importancia es la vida organizacional de las instituciones públicas (alcaldía, subalcaldía, etc.) y de las organizaciones sociales (Fejuve, comité de vigilancia, padres de familia, etc.). Se decidió tratar estos dos tipos de actores juntos por ser personas elegidas como representantes, organizadas, actores y gestores de la vida política de El Alto.  Estas cifras altas se deben a que 45 de las 50 noticias originan de El Alteño. Como este periódico tiene una estrategia de acercamiento a sus lectores parece normal que privilegie una cobertura de la vida local de las organizaciones y autoridades.

Más interesante parece el tema de las obras que aparece en varios periódicos y en el conjunto como un tema de gran importancia. Se trata mayormente de quejas de vecinos por falta de realización de obras en varios barrios que carecen de carreteras, alcantarillado y/o servicios básicos, de la inauguración de nuevas obras (como un módulo policial) o que son promesas electorales de parte de las autoridades. La importancia dada a la construcción de obras sostiene la impresión que El Alto es una ciudad no terminada, en permanente crecimiento y que su gente tiene malas condiciones de acceso a los servicios básicos, como el alcantarillado por ejemplo.

Dos temas coyunturales aportan a la imagen de una ciudad desorganizada y carente de servicios básicos: la basura y la morgue. En estas dos semanas se discutió mucho el colapso del relleno sanitario de El Alto y la necesidad de abrir otro. Se habló también de la apertura de una morgue alteña después del escándalo de los cadáveres e estado de descomposición encontrados en la morgue de La Paz. 

Finalmente lo que sorprende es la cantidad (7% en conjunto) de notas vinculadas a eventos culturales o festivos que tienden a valorizar El Alto como lugar de cultura.
Mencionar también el esfuerzo de El Alteño que es el único periódico que otorga una cobertura al deporte local que aparece en quinta posición de los temas tratados por el periódico.

Temas abordados en las fotos

La representación de un hecho social pasa también por la descripción iconográfica. Especialmente en la prensa escrita las fotos juegan un papel importante en cuanto a la visualización que un-a lector-a tiene de un evento periodístico. A menudo al/a la lector-a le falta tiempo para leer la nota más bien se deja inspirar por la foto y el titular. En el cuadro de este monitoreo pareció igual importante analizar los temas tratados en las fotos ilustrando notas sobre la ciudad de El Alto. Por cuestiones de claridad este análisis se ha enfocado en un solo tema principal ilustrado por la foto. Por ejemplo si se trata del cadáver de una mujer, se integró la foto a la categoría “Delincuencia” , siendo el asesinato el enfoque más importante de la foto. 

Además este análisis se ha limitado al enfoque principal de la foto que no siempre corresponde al tema desarrollado en la nota. Los retratos de personalidades (en su mayoría locales) o vecinos-as aparecen como la ilustración mayormente usada en las notas sobre El Alto (32% de las fotos). En segunda posición se encuentran las fotos que ilustran hechos de delincuencia, en su gran mayoría cadáveres.  En tercera posición se ven fotos de las calles de la ciudad. Estas fotos se encuentran junto a notas sobre el tráfico, obras gruesas, comercio, etc. Pero también tienden a ser utilizadas cuando se habla de una organización social (p.e. se muestra el edificio de la Fejuve o de la Alcaldía) o simplemente en los casos en los que se necesita una foto de El Alto sin relación directa con el tema de la nota.

Al revés de los temas tratados en las notas se ve que en primer lugar aparecen las fotos de retratos de personalidades o de vecinos-as de El Alto. Es interesante ver que la mayoría de las fotos de retratos provienen de El Alteño (150). El  periódico en su trabajo de proximidad tiene una amplia iconografía de retratos de personas lugareñas. Pero dos otros periódicos (La Razón y La Prensa) también utilizan los retratos como primera fuente iconográfica. A partir de este análisis se puede decir que la iconografía modifica un poco la percepción de El Alto como un lugar de pura delincuencia, dando un rostro más humano a la ciudad. También presente un enfoque más neutral que el de las notas mismas.
 
Ahora bien, el segundo tema con más importancia es la delincuencia (13%), lo que coincide con los temas priorizados en las notas. Estas imágenes sí contribuyen a la identificación de El Alto con una ciudad de alta criminalidad (asesinatos). Además que estas fotos a menudo son muy sensacionalista y muestran la sangre, el cadáver, la morgue. Lo que fortalece el miedo que uno-a tiene leyendo notas sobre la delincuencia en El Alto.  


¿Las noticias en manos de 8 periodistas?

¿Quién escribe las notas sobre El Alto? Contestar a esta pregunta significa develar la estrategia de cobertura de los periódicos. También se afirma que la diversidad de miradas periodísticas respecto a la ciudad de El Alto ayuda a reflejar la  complejidad social y política. Se seleccionó sólo a los que habían escrito más de dos notas en 15 días. En este ejercicio se encontró un obstáculo mayor: la ausencia de firma de 71% de las notas. 



Del 29% de notas que quedan se puede decir que tienen 19 autores pero de verdad son 8 los periodistas que han escrito más de 2 notas sobre El Alto en dos semanas.  De estos datos se puede deducir que la mayoría de los periódicos tiene un-a periodista que asume toda la cobertura de temas alteños. Esta consideración se aplica igualmente a El Alteño que tiene dos periodistas –identificados- para cubrir los temas alteños. 

Un enfoque en su mayoría negativo

Más allá de conocer los temas de las notas se quería también medir su enfoque. Es decir saber si la nota tiene un sentido positivo, negativo o neutral. 

Las notas cuyo tratamiento daba mayor espacio a eventos perjudicando la imagen de El Alto a través de las palabras con connotación negativa como peligroso, corrupto, en mal estado, etc. y a través de temas que amplifican la visión negativa que el-la lector-a tiene de la urbe como el avance descontrolado de la criminalidad, la explotación laboral de los niños, la corrupción, la falta de servicios básicos, etc. fueron contabilizadas como “enfoque negativo”. Al revés las notas en las cuales el vocabulario usado tenía una connotación positiva como talentoso, extraordinario, interesante, etc. y que además celebraban y valorizaban la creatividad, los talentos, la lucha contra la criminalidad, la construcción de obras, etc. tenían un enfoque positivo.  Finalmente las notas que no tenían una connotación clara y no se ubicaban claramente entre una valorización o una desvalorización de la imagen de El Alto fueron clasificadas bajo la neutralidad. 

 

En el gráfico 9 se ve que 44% de las notas tienen un enfoque negativo contra 34% con un enfoque positivo y 22% con un enfoque neutral.

La FELCC,  fuente predilecta

En cuanto a las fuentes, una persona parece tener mucha influencia en la ciudad de El Alto sin ser representante político es el mayor Oswaldo Fuentes, jefe de la división homicidios de la FELCC de El Alto quien junto a la institución misma representa 27% de las fuentes oficiales. Eso se explica por la alta frecuencia de las notas sobre la delincuencia que aparecen en el monitoreo. Es decir también que a menudo los periodistas se contentan con la versión propuesta por la FELCC sin buscar otra fuente de información. Lo que convierte a veces el periódico en vocero de la institución policial. 

Lo que se nota en el tratamiento periodístico de El Alto es la alta presencia de fuentes oficiales (policía, alcaldía, funcionarios-as, etc.) Salvo El Alteño (32%), el porcentaje  de fuentes oficiales pasa el 50% en todos los periódicos: El Diario (100%), La Prensa (82%), Página 7 (64%), El Extra y Cambio (56 %), La Razón (51%). También es interesante ver que El Alteño es el periódico que tiene el mejor balance entre las fuentes oficiales (32%), las fuentes ciudadanas (vecinos sin cargo de experto u funcionario) (26%) y las de organizaciones sociales (Fejuve, Fedepaf, comité de vigilancia, etc.) (21%). En los demás periódicos las fuentes ciudadanas  no pasan los 15% (Cambio, La Razón, Página Siete y El Extra) y en algunos no existen (El Diario y La Prensa). Mientras que las fuentes proviniendo de organizaciones sociales no pasan los 15%. 

Se puede ver también que las ONG y la Iglesia no son una fuente de información para los medios de prensa aunque juegan un papel muy importante en El Alto. 

 

Datos destacados por periódico

El Extra, pura sangre y policía

El periódico El Extra se distingue de los demás periódicos en el hecho de que 100% de las notas publicadas (20 notas en 15 días)  sobre la ciudad de El Alto son sobre temas de delincuencia.  Con un 65% de preferencia por los asesinatos, sobre los robos (30%). Las notas aparecen todas en la sección Seguridad y tienen un solo autor: Roberto Medina.


Roberto Medina es también el único autor conocido de las 18 fotos tomadas que son todas vinculadas a los crímenes cometidos. 

Entre las fuentes mayormente citadas aparece Oswaldo Fuentes, jefe de la división homicidios de la FELCC de El Alto, representando 28% de las fuentes de El Extra sobre El Alto, siguen fuentes de la policía y FELCC (28%). Es decir que las fuentes oficiales son todas vinculadas a la policía. Dentro de estos 15 días el periódico dio la palabra sólo una vez a una victima y otra vez a un fiscal.

Si bien El Extra se define como un periódico sensacionalista contribuye plenamente a la representación de una ciudad alteña peligrosa donde lo usual es que aparezcan cadáveres de ciudadanos a veces sin identificación, en la mayoría de los casos víctimas de robos. 

Si se puede entender la elección del sensacionalismo como argumento de venta igualmente se puede denunciar la poca calidad periodística del tratamiento informativo. Es decir la poca diversidad de fuentes concentradas en las mismas personas, la falta de investigación y seguimiento de los casos criminales y finalmente la concentración de la cobertura en las manos de un solo periodista. 

Una investigación que profundice los temas criminales nos permitiría seguramente entender mejor el origen de la violencia, la elección de sus víctimas y las soluciones a aportar  este problema que conmueve a la gente. 

 

La Razón, donde la delincuencia se llama seguridad

El tema “Delincuencia” no tiene tanta importancia en el monitoreo del periódico la Razón como en los demás periódicos. Sólo aparecen 3 ocurrencias. Sin embargo el tema “Seguridad” se encuentra en primera posición con 11 notas.  Estas notas se encuentran en la única doble página sobre El Alto  publicada por el periódico en esta temporada bajo la sección “Ciudades seguridad”. El tema de este reportaje es la inseguridad y la delincuencia en el aeropuerto de La Paz.


Uno se puede preguntar si el periódico tiene una voluntad afirmada de dar otra mirada más profunda al tema de la delincuencia poniéndolo al nivel de la seguridad o si se trata más de una estrategia de venta hacia un lectorado más formado (que es cliente del aeropuerto por ejemplo). Es difícil opinar sobre un solo ejemplo. Además que  no  parece que el tratamiento en sí mismo sea tan distinto de lo que se hace en temas de delincuencia en otros periódicos. 

En El Diario, El Alto casi no existe

 

Un periódico que llama mucho la atención en este monitoreo es El Diario. En 15 días el periódico solo publicó dos notas secundarias sin fotos sobre El Alto.  Las dos tratan de temas de delincuencia. Sus fuentes son únicamente oficiales: todas de la FELCC.
Se puede decir que aparte de unos casos de delincuencia El Alto no es un objeto de cobertura prioritaria para el periódico. Se puede pensar que sus lectores no son de esta ciudad. En El Diario tampoco se encuentran muchos anuncios sobre El Alto en sus avisos. 

Datos comparativos destacados 

 

En esta parte se quiere analizar dos tipos de periodismo: el periodismo oficial y el periodismo alteño.

 

El periodismo oficial: un esfuerzo hacia la positivización de los temas

En el periódico oficial Cambio se nota un esfuerzo importante para valorizar las iniciativas/emprendimientos en El Alto. A veces la cobertura es muy propagandista cuando se trata de valorizar el trabajo cumplido por la alcaldía o las autoridades locales como por ejemplo la inversión en el recojo de basura, la entrega de un nuevo módulo policial, la ampliación del seguro de salud a las personas mayores, etc.  A menudo se trata también de valorizar unos talentos, unos emprendimientos personales, como por ejemplo la historia de un joven que ganó un premio de poesía, las nuevas modelos alteñas, la experiencia de una ONG que produjo abono con heces humanas, etc. En este panorama el tema de la delincuencia toma muy poco espacio. Se trata de dos notas, una sobre la lucha contra la delincuencia y otra sobre una banda de auteros. 



Igualmente si se analiza de manera más fina la iconografía de las notas se ve que la representación mayor es la de talentos como la orquesta sinfónica, los modelos en Achocalla o los jóvenes mecánicos. También aparecen fotos cliché de la urbe como las del tráfico, las de los lustrabotas, calles y las de edificios. En algunos casos como con los niños trabajadores coincide con el tema de la nota. También se nota una serie de fotos antiguas que ayuda preservar la memoria de la joven ciudad. 



El diario Cambio es el único de los 7 medios estudiados con una mayoría de notas de enfoque positivo. 57% de las notas tienen un enfoque positivo contra 23% negativo y 20% neutral. En comparación el porcentaje general de notas positivas es de 32% positivo y 44% negativo. 


El tratamiento que Cambio reserva a la ciudad de El Alto es muy interesante en el sentido de que se hizo un esfuerzo para profundizar temas a través del suplemento semanal y también de que el enfoque más “oficialista” termina dando una visión más positiva y diversa que los demás periódicos. Sin embargo se puede ver que si el porcentaje de fuentes oficiales no es mucho mayor que en otros periódicos, la valorización se puede entender como una manera de respaldar las autoridades locales y su funcionamiento. 

El periodismo alteño: el único que baja a la calle…también para hablar de delincuencia

 

En el tratamiento de sus notas sobre El Alto, El Alteño se destaca por el periodismo de proximidad realizado. Se nota en las fuentes, en las secciones, en los temas abordados que el periódico está hablando con los ciudadanos de la urbe y no sólo con las fuentes oficiales para realizar sus notas. En el gráfico 17 se nota que casi un cuarto de las fuentes son ciudadanos sin cargo político o profesional específico.  A eso se junta las fuentes de las organizaciones sociales que representan también la vida local. También hay que destacar que El Alteño es el único periódico que trata de deporte local en El Alto. 


También la fuerte presencia de retratos de personas locales en el periódico es una señal de su voluntad de dar una cara a esta ciudad de más de 1 millón de habitantes. Lastimosamente el segundo tema que aparece en las fotos es la delincuencia, es decir sobre todo cadáveres.



Igualmente se ve que la segunda sección donde aparecen las notas después de “El Alto de cerca” es la “Zona Roja” donde se concentran todas las noticias sensacionalistas.  Esta tendencia al sensacionalismo se confirma en los datos sobre los temas tratados. La delincuencia aparece en segunda posición justo atrás de la vida de las organizaciones sociales. 



Sin embargo se puede saludar este trabajo periodístico de proximidad que parece muy importante para reflejar la vida real, dar la palabra a los que generalmente no la tienen. Más que todo se valora la existencia misma del único diario alteño.  Pero se lamenta que el sensacionalismo tenga tanta presencia en el periódico. También se considera que el periódico podría favorecer la realización de verdaderas investigaciones y no sólo reportes oficiales o testimonios. 



Este primer monitoreo sobre la representación que los medios paceños y alteño tienen de El Alto permite pensar que existe un sesgo negativo en cuanto a la cobertura periodística de esta urbe boliviana.
La sistematización de la información contenida en las notas así como el análisis iconográfico pintan una ciudad peligrosa, victima de la delincuencia. La imagen que dan los medios de comunicación escritos de El Alto es también la de una ciudad pobre, en “vía de desarrollo” donde muchos barrios no tienen calles adecuadas, ni acceso a los servicios básicos, a la educación de calidad, donde los niños tienen que trabajar para sobrevivir. Esta imagen mayormente negativa es matizada con un aspecto más positivo que es la alta actividad barrial que se destaca de las notas dando la impresión de una ciudad donde la gente sabe organizarse y movilizarse. 

Sin embargo parece muy limitada esta representación de El Alto. Sobre todo el elevado nivel de notas que tienen que ver con la criminalidad. Si es bien cierto que la inseguridad ciudadana es un tema de preocupación para la población alteña  aunque se puede discutir la cifras oficiales -especialmente las de la policía- sobre esta misma inseguridad (Juan Yohnny Mollericona, 2006), la actividad urbana de un millón de ciudadanos-as no se puede limitar a la criminalidad. Es decir que si los medios se inspiran de la realidad, también la nutren.

Ahora bien no se puede negar que este tipo de “noticias rojas” llegan más fácilmente a la gente, y entonces se puede preguntar por qué la delincuencia, la criminalidad, lo mórbido tiene tanto éxito entre los periódicos, o mejor dicho por qué ellos estiman que puede gustar a la gente. Con Cecilia Lanza se apuesta que la clave del éxito de estas noticias se resume en la capacidad de entender las necesidades de comunicación, afectivas, de entretenimiento y de identidad de sectores populares. Se tiene que valorar el poder de llegada de este tipo de noticias, afirma la periodista que a la vez se cuestiona como hacer que este tipo de periodismo se responsabilice, que se respete las bases de un periodismo “ético”: contextualización, precisión en la información, contrastación de fuentes, investigación, inmersión, autoría (Cecilia Lanza, 2010).

También es cierto que la gente no se deja influenciar de manera mecánica por los medios de comunicación. No es porque sólo lee noticias de ahorcamientos en la Ceja que el-la lector-a va a pensar que en la Ceja no se puede ni transitar. Se cree que la influencia de los medios está limitada (los receptores seleccionan la información que les interesa), no es tan directa (siempre hay relevos), tampoco inmediata (el proceso de influencia toma tiempo) (Garfinkel Harold, 2008). Se opina que la influencia de los medios es indirecta y se refleja en la decisión de la agenda mediática (y después política) sobre El Alto.

En este sentido es preocupante la poca cobertura de periódicos paceños a la ciudad de El Alto. A parte de El Alteño y de algunas iniciativas como el suplemento El Cambio alteño o la página diaria de La Razón bajo la sección “Ciudad El Alto” no parece que exista una verdadera estrategia de cobertura de la realidad cultural, socioeconómica y política de El Alto. No aparece todavía como una prioridad periodística. Quizás se pueda entender por la poca presencia de un lectorado alteño de la prensa escrita. Se apuesta que la gente esta más acostumbrada al medio radial. En este sentido sería interesante seguir investigando otros medios de comunicación y su llegada a la ciudad de El Alto.

En cuanto a El Alteño hay que subrayar que no se encuentra mucha diferencia entre la cobertura de El Alto que proponen los medios paceños y este periódico en términos de temas tratados y en calidad de tratamiento. Si El Alteño hace un verdadero esfuerzo para integrar a los ciudadanos como fuentes de información, se puede entender a la vez como una voluntad de valorizar las fuentes locales o también como una estrategia de venta.

Es cierto de que la poca calidad de la cobertura periodística sobre temas alteños o la ausencia de investigación periodística en El Alto perjudican más que todo al derecho a la información de toda la población boliviana y al derecho a la comunicación de la población alteña. 

En este sentido y con esta preocupación se piensa altamente necesario mejorar la cobertura periodística de la ciudad de El Alto. En eso se destacan tres ejes que se tienen que trabajar en las distintas redacciones paceñas y alteña: el aumento de la presencia periodística de El Alto, el mejoramiento de la calidad periodística y finalmente la diversificación de los temas de cobertura. 

Son más o menos ocho los periodistas que cubren los temas alteños para los siete periódicos. En varios periódicos son uno o dos los periodistas que escriben sobre El Alto. Se piensa que un verdadero trabajo de investigación necesitaría más presencia periodística, más diversidad de miradas profesionales y más que todo más tiempo y fomento a investigaciones a profundidad. De esta presencia depende también la calidad del trabajo periodístico: la diversidad de fuentes (y no solo la FELCC), la búsqueda de contrapartes, el trabajo iconográfico, y más que todo la búsqueda de nuevos sujetos periodísticos. El Alto no se resume a una ciudad del crimen. En este sentido el esfuerzo del periódico Cambio se puede valorar, a condición de no mezclar el periodismo con la propaganda estatal.

Se piensa que del mejoramiento de la calidad del periodismo en El Alto depende también un mejor entendimiento de los ciudadanos paceños y alteños. Se cree que una mejor calidad de la cobertura periodística de El Alto ayudaría a una mejor representación de la urbe y de hecho al convivir de ambos ciudades. Finalmente es necesario repensar el periodismo en El Alto en términos de calidad periodística pero también en términos de llegada a sus públicos. 

Bibliografía

·  Banchs, Maria Auxiliadora, Medios de comunicación, pobreza y representaciones, in Temas de comunicación #12, Caracas, 2005


·       Bourdieu, Pierre, Sur la télévision , Paris, Raisons d’agir, 1996

·    Cámara Departamental de Industrias de La Paz, Primer Censo de Establecimientos Económicos de la Industria Manufacturera en la Ciudad de El Alto (2003) in PDM 2007-2011

·         Culkin, John, S.J, in STEARN, G.E, Pour ou contre Mc Luhan, Paris, Seuil, 1969

·         Garfinkel, Harold, Toward a Sociological Theory of Information, Boulder, Paradigm Publishers, 2008.

·         Juan Yhonny Mollericona, La inseguridad en El Alto, Pieb, La Paz, 2006.

·         Lanza, Cecilia (ed.), La Chica mala del periodismo, FES, La Paz, 2010.

·         Plan de desarrollo municipal de la ciudad de El Alto, 2006-2011

   Rojas Ortuste, Gonzalo –Casanovas, Lucía Urday, Identidad, desarrollo y cultura en la metrópoli paceño-alteña, FES, La Paz, 2010