17 de agosto de 2009

Las elecciones de Ecuador 2009 en tres diarios bolivianos: Apuesta al ganador y crítica a la “ecuación populista”



Bernardo Poma Ulo

Para tres diarios nacionales la figura política de Rafael Correa, como gobernante, candidato favorito y fuente noticiosa, fue el centro mayoritario y coincidente de la cobertura informativa de las elecciones generales ecuatorianas del pasado abril. Sin embargo, sobre todo en opinión, diferenciaron su abordaje sobre los discursos de la oposición y el oficialismo ecuatorianos.


Esas características y significados construidos fueron estudiados por el Observatorio Nacional de Medios (ONADEM) en las escasas 24 noticias publicadas —apenas una cada día— por los diarios El Deber (Santa Cruz), La Razón (La Paz) y Cambio (La Paz), durante dos semanas antes y una después del día de las elecciones (26 de abril).

La fuente principal en las noticias fue Rafael Correa, mencionado en casi la mitad de los casos (42%), frente al 19% del conjunto de los otros candidatos. En concordancia, en los contenidos relacionados a Ecuador, la mayoría de las noticias se refirió a las cualidades del candidato presidente como líder y favorito en las elecciones (33%). En segundo lugar, las noticias presentaron críticas de la oposición política dirigidas a Correa e incluso a los resultados (22%): “Gutiérrez pide fiscalizar” (La Razón, 27/04/09),”Gutiérrez no acepta los resultados” (El Deber, 27/04/09). Estas críticas, sin embargo, no fueron presentadas por el diario Cambio.

El proceso electoral (cierre de campaña y legitimación por los observadores internacionales) fue objeto de tratamiento en tercer lugar (19%), sin mayores variaciones en los tres diarios.

Otras diferencias informativas se manifestaron en los diarios bolivianos al significar el “Socialismo del siglo XXI” o la “revolución ciudadana”. Por ejemplo, en sus titulares, dos de ellos marcaron distancia explicitando a la fuente y autor de dicho planteamiento: “Correa dice que extremará el socialismo en Ecuador” (La Razón, 28/04/09), ´Correa fue ratificado y anuncia que profundizará su ‘revolución’” (El Deber, 28/04/09). El otro medio asumió como hecho consumado el discurso principal de Correa: “Triunfó la Revolución Ciudadana” (Cambio, 27/04/09).

Respecto del significado que las elecciones ecuatorianas tendrían específicamente para Bolivia, El Deber y Cambio expresaron ideas contrapuestas. En el diario Cambio se equiparó a la oposición ecuatoriana, regionalizada en Guayaquil, que de manera similar a la “media luna” boliviana plantea un “discurso economicista, disgregador, autonomista y hasta secesionista” (27/04/09). Respecto del mismo aspecto, El Deber resaltó y dio cobertura a las declaraciones del candidato opositor ecuatoriano Álvaro Noboa quien criticó la conducción política actual en Bolivia: “Para candidato ecuatoriano, Bolivia va hacia la ‘africanización’" (titular de El Deber, 17/04/2009).

La diferencia fue más notoria en las notas de opinión que fueron presentadas sólo por Cambio y La Razón, en tanto que El Deber no lo hizo. Los contenidos de opinión presentaron significados opuestos; por un lado, sólo Cambio, en dos subeditoriales, asumió posiciones propias como medio, las cuales fueron concordantes con el oficialismo ecuatoriano y boliviano. Específicamente, dotó a los resultados electorales significados que los relievaron positivamente como una “democracia construida desde abajo” (26/04/09).
En el otro subeditorial incorporó otro significado relacionado a Bolivia, a través de la comparación y casi sentencia a los opositores de las elecciones de diciembre próximo: “el triunfo de la democracia ecuatoriana es una lección que deberían aprender quienes en Bolivia aún sueñan con frenar los comicios del 6 de diciembre, … el pueblo ya no es presa fácil de la mentira, de la manipulación y de la demagogia” (28/04/09).

Por otro lado, en las tres columnas firmadas de La Razón, se expresaron en todas significados de crítica al oficialismo de los dos países. Los resultados electorales y el propio Correa fueron asociados con “la pérdida de la democracia y las libertades económicas” (Columna “Tribuna”, 28/04/09). Se equiparó el proceder político de Rafael Correa y del presidente boliviano Evo Morales, entendiendo sus sucesivos triunfos electorales con una “ecuación populista” (Columna “Línea de Fuego”, 28/04/2009). Finalmente, se extendió el sentido negativo a la región como “epidemia” de “autoritarismo y culto a la personalidad” refiriéndose a los gobiernos de Venezuela, Colombia, Bolivia y Ecuador (Columna “Entre ceja y ceja”, 27/04/09).

Aunque fue posible establecer más rasgos comunes en la información que centró la cobertura alrededor de la figura del candidato presidente, también fueron explícitas las diferencias entre los tres diarios. Cambio fue el que se distinguió por su explícita adhesión informativa y de opinión al candidato oficial ecuatoriano. Los otros dos diarios, en las noticias, tomaron distancia del candidato favorito y de “su revolución”. En las notas de opinión, los columnistas de La Razón fueron críticos respecto del oficialismo boliviano y ecuatoriano.

5 de agosto de 2009

PELUQUEROS EN EL BANQUILLO PARA PERIODISTAS

Osman Patzzi*

Hasta hace unos años, no muchos, era corriente sentar en el banquillo de los acusados a los reporteros de la crónica policial. Se les endilgaba la mayor parte del descrédito periodístico y en cierto modo se les asignaba un protagonismo mayor al que realmente tenían porque se exageraba en los supuestos sobre el impacto que tenían en el conjunto de los medios y de la sociedad.

Aparentemente, la posta del dudoso honor de estar sobreestimados la tomaron los reporteros de la farándula, empeñados también en situar a Santa Cruz como centro de estas actividades.

Inflados como deben estar los egos de quienes están creyendo que se habla de ellos porque son importantes, difícilmente aceptarán que el debate no está centrado en los “faranduleros” sino más bien en la necesidad de mejorar y de observar parámetros de calidad en el conjunto de la producción periodística.

Es como si los periodistas de farándula, y de la farándula, se estuvieran aprovechando de las limitaciones de sus colegas abocados a otras áreas y en el convencimiento de directores, jefes de prensa o editores que han visto más interesantes estos reportes que otros y llegan a creer que es lo que la gente demanda y necesita.

Los más afectados con el giro hacia la “farandulización” son aquellos que resultaron estar más próximos por una también discutible afinidad temática, en este caso los reporteros de lo que se conoce como el área cultural. Claro, son los espacios culturales los que se han sacrificado para dar paso a las lentejuelas y las borracheras, si se permite el reduccionismo.

El eco de este tránsito lo han sentido los gestores culturales, que recientemente hicieron pública una carta muy crítica a los medios y que ha merecido atención, pero lamentablemente ha tenido poco impacto real hasta el momento.

El Observatorio Nacional de Medios (ONADEM) en el estudio sobre El significado de la cultura en la prensa boliviana (1) ya había detectado que los medios impresos bolivianos destinaban muy poco espacio a las secciones de cultura, pese a que algunos contaban con suplementos especializados. El porcentaje de la superficie ocupada por materiales sobre cultura abarca apenas el 2%. Y de este dos por ciento, la temática del arte tiene el 80% principalmente arte clásico, arte moderno y arte popular, en ese orden. “Lejos de ser uno más de los espacios públicos en que se promueve una idea abarcadora de cultura, el del periodismo cultural practicado en los diarios bolivianos es otro más de tantos escenarios en que se opera con y desde una concepción elitista de la cultura”, indica el informe citado. Y no se trata de polemizar sobre si se debe dar más cabida a lo popular o a lo culto, sino de que independientemente del tema, debe ser abordado con rigor periodístico.

El incipiente periodismo de farándula en Santa Cruz, no está en el nivel, hacia abajo, del que tiene en otras ciudades de países vecinos y no tan cercanos. Las preferencias sexuales, adicciones, y otras intimidades de los ricos y famosos criollos están más o menos a buen recaudo…todavía. Y por ello parece oportuno que en vez de satanizar a los faranduleros e indirectamente alentarlos a que sean cada vez más osados, se pueda reflexionar a aquellos que los dirigen y principalmente a quienes tienen la capacidad de hacer un mejor periodismo en otras áreas, para que asuman el protagonismo que la sociedad les exige.

Si se está devaluando el periodismo no puede ser responsabilidad exclusiva de quienes lo hacen mal; tienen mucho que ver los que pudiendo hacerlo mejor se están dejando llevar por la tendencia y permiten que el chisme tenga más peso que la investigación. Si el espacio de los periodistas ahora lo ocupan buenos peluqueros en algunos medios y programas, es porque realmente necesitamos repasar los parámetros de calidad periodística y poner a las cosas, a las profesiones y a los acusados en su sitio.


• * Corresponsal del ONADEM en Santa Cruz
(1) El significado de la cultura en la prensa boliviana. Oscar Meneses Barrancos). Medios a la Vista, Pág 187-191. ONADEM-UNIR-ABOCCS. 2008