12 de octubre de 2009

La publicidad del trabajo sexual en la prensa boliviana: Cuando la salud es lo de menos

Por: Erick Torrico y Mariana Pérez


Solamente 2 de los 10 diarios bolivianos que publican de forma regular anuncios pagados de promoción del trabajo sexual incluyen mensajes relacionados con la salud de las personas involucradas.


El Observatorio Nacional de Medios (ONADEM) —iniciativa de la Fundación Unir Bolivia— estableció esa situación mediante un análisis que en principio contempló a 18 periódicos de La Paz (La Razón, La Prensa, El Diario y Cambio), El Alto (El Alteño), Santa Cruz (El Deber, El Mundo y El Nuevo Día), Cochabamba (Los Tiempos y Opinión), Tarija (El Nuevo Sur, El Nacional y El País), Sucre (El Correo del Sur), Potosí (El Potosí), Oruro (La Patria) y Beni (La Palabra del Beni).


Sin embargo, efectuada la primera revisión verificó que 8 de esos medios no contienen ese tipo de publicidad que sí aparece en el restante 56% de los diarios seleccionados para el estudio.


La muestra, tomada al azar, comprendió dos ediciones de cada diario, una correspondiente a un día hábil (el martes 28 de abril de 2009) y otra a un fin de semana (el sábado 2 de mayo de 2009).



Esto significa que la promoción del trabajo sexual está concentrada (95,29%) en la prensa de las ciudades de Cochabamba (32,6%), La Paz (24,8%), Santa Cruz (20,8%) y Sucre (17,09%); la proporción de avisos publicados en las otras 3 ciudades (Tarija, Potosí y El Alto) sólo alcanza al 4,71% en conjunto.
Más oferta que demanda


El análisis del contenido de los avisos diferenció la “oferta” de la “demanda”, esto es, los servicios ofrecidos y los servicios o personal requeridos, respectivamente. En síntesis, el ONADEM evidenció que prima la oferta, con el 94,2%; lo demás corresponde a propuestas de empleo en el sector:



Perfil de los servicios

Los servicios que son ofertados en los anuncios periodísticos van desde los de “dama de compañía” hasta la venta de afrodisíacos:



En algunos casos, en particular en Sucre y Potosí, los avisos hacen referencia a prácticas sexuales poco convencionales.

Los servicios ofrecidos por varones (3,4%), gays (1,4%) y travestis (1,3%) contrastan con la abrumadora oferta de servicios femeninos: 93,9 por ciento.
Imágenes y adjetivos de la atracción

Aunque solamente el 4,7% de los anuncios acude a presentar imágenes fotográficas o ilustraciones en blanco y negro, todas ellas son de mujeres en traje de baño y en muchos casos en poses sugestivas. Las fotos suelen ir acompañadas de la frase “100% reales” o de otras como “Gran promoción”, “Hermosas señoritas” o “Placer completo”.

En las ofertas de servicios femeninos abundan adjetivos como “hermosas”, “preciosas”, “sensuales”, “cariñosas”, “sexis”, “fogosas” o “ardientes”, en tanto que para los de varones aparecen calificativos como “atractivos”, “dotados”, “musculoso”, “divino” o “guapo”. En el caso de los travestis se habla de “simpática”, “bella”, “exuberante”, “ardiente”, “siliconada” o “elegante”.

Una diferencia que cabe destacar es la de los avisos de oferta de servicios femeninos publicados en Santa Cruz, que más bien acuden a expresiones persuasivas: “Llame, podría ser la chica que está buscando”, “Están locos si todavía no nos conocen” o “En el jardín del Edén todas somos flores sin igual”.

Arquetipos y estereotipos

Los contenidos de la publicidad del trabajo sexual también contribuyen a reforzar ciertos patrones de belleza considerados ideales (arquetipos) como algunas simplificaciones prejuiciosas (estereotipos).

En lo primero destacan la mención de medidas corporales definidas como perfectas (90-60-90) o próximas a ellas, así como descripciones de las facciones, los ojos, el color de la piel, la estatura u otras semejantes; mientras que en lo segundo, sin que sea algo predominante, aparecen referencias al lugar de procedencia de las trabajadoras sexuales: cuando se lo cita se habla de que son “del interior” —esto es de ciudades distintas a aquella donde es publicado el anuncio— o “extranjeras”, con lo que la localidad propia queda a buen resguardo de cualquier valoración.

Amor con precio

Otro factor relacionado con la apreciación que pueden hacerse los lectores o las lectoras de estos avisos respecto de las personas que ofrecen servicios es el del precio de los mismos, que oscilan entre 150 dólares y 30 bolivianos (4,2 dólares) la hora, en evidente jerarquización de la dignidad de dichas personas.

A ello se suma, en determinados casos, la oferta de “cerveza gratis” o de “reclame su obsequio”, que se complementa en el otro extremo con apelaciones a la privacidad (“Absoluta reserva”) o al status (“Lugar de alto nivel”, “Sólo ejecutivos”).

La contratación de los servicios, según los avisos, puede ser hecha fundamentalmente mediante llamadas a números de teléfonos móviles, salvo en los casos de “salas de masajes” que cuentan con teléfonos fijos. Figuran asimismo algunos portales de Internet.

Creciente promoción mediática

Los anuncios pagados de promoción del trabajo sexual en la prensa se han incrementado visiblemente y también están apareciendo con fuerza en espacios nocturnos de la televisión abierta. Contrariamente, la preocupación por los temas de la salud en el sector no muestra avances.

El análisis efectuado por el ONADEM encontró que apenas 19 de los 1.041 avisos publicados en las dos fechas de la muestra considerada consignaron la advertencia “Exija carnet de control médico” (en el diario El Potosí) y que sólo el periódico El Correo del Sur, en su sección “Intimidades”, incluyó un mensaje general del Servicio Departamental de Salud de Chuquisaca que decía “Exija su carnet de control médico. Porque todos somos responsables de ti. Y tú eres responsable”.

1 comentario:

  1. muy bueno el articulo siendo q la proteccion y cualquier tipo de control es responsabilidad nuestra y de nadie mas

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