3 de junio de 2008

Las entradas informativas

Francisco Sosa Grandón*

Escribir es una actividad intelectual porque supone reflexión y meditación. Ergo, escribir relatos informativos, la actividad cotidiana de los periodistas, también lo es. La escritura de entradas directas, primeros párrafos o leads, sin embargo, merece especial atención porque implica la reconstrucción/recreación del elemento esencial de la noticia.

En esta coyuntura política tan complicada que vive Bolivia, en la que diversos actores políticos pretenden influir sobre los periodistas o los critican por el contenido y la forma de algunos de sus relatos, llamar la atención sobre la construcción del primer párrafo constituye una tarea ineludible, pues tiene que ver con la resolución de problemas profesionales.

José Luis Martínez Albertos y Luisa Santamaría Suárez (Manual de Estilo, 1993: 112), pese a las críticas que recibe esta técnica, insisten en que “el lead sigue teniendo una importancia básica en el trabajo de los profesionales de la prensa escrita” porque sitúa a los lectores en las coordenadas esenciales de la noticia y porque obliga a los periodistas “a disciplinar su pensamiento y a proceder de acuerdo con un orden lógico”. Dicho de otro modo, facilita la lectura y ayuda a organizar el relato informativo.

Los periodistas mexicanos José Luis Benavides Ledesma y Carlos Quintero Herrera (Escribir en Prensa, 1997: 111) explican que, antes de escribir una buena entrada, los periodistas deben aprender primero a reconocer lo noticioso. “Las entradas que no destacan lo noticioso –los detalles más interesantes e importantes– no sirven, independientemente de lo bien escritas que estén”, afirman.

Las famosas preguntas implican identificar con claridad al actor de la acción (sujeto de la oración): QUIÉN; la acción misma (el verbo conjugado más el objeto directo y el objeto indirecto): QUÉ; el tiempo en el que se desarrolla la acción (circunstancial de tiempo): CUÁNDO; el lugar donde se desarrolla la acción (circunstancial de lugar): DÓNDE; el modo en el que se desarrolla la acción (circunstancial de modo): CÓMO; y la causa de la acción (una proposición coordinada causal, las más de las veces): POR QUÉ.

Los expertos aseguran que solamente hay que responder, con el objetivo de reconstruir un hecho, la cantidad suficiente y necesaria de preguntas. Benavides Ledesma y Quintero Herrera (: 112) explican: “Hoy los leads se concentran en contestar a las preguntas más importantes de las seis, que variará según cada caso. Esto requiere, por parte del periodista, una labor de análisis y de síntesis...”. Por lo tanto, hay que buscar un equilibrio entre la sensibilidad del periodista, es decir, su capacidad para identificar la noticia y la técnica de escritura, que supone conocimientos básicos de gramática castellana.

Álex Grijelmo (El estilo del periodista, 2002: 159), sobre los conocimientos previos que requieren los periodistas para escribir relatos, asegura: “He comprobado con exhaustividad que muchos periodistas, incluso los recién llegados, desprecian la gramática; y que son exactamente los mismos que la desconocen. Por su parte, quienes saben las reglas del lenguaje coinciden fielmente con los que más brillantemente escriben. Y no me refiero a esos conocimientos teóricos, filológicos, lexicográficos... que muchos consideran aburridos. Hablo del genio del idioma, del armazón interno que tiene nuestra lengua y que nos atrapa con la suavidad y la fuerza de un panda gigante”.

Los periodistas, por su compromiso con los lectores, tienen la obligación profesional –aun sabiendo que existen otras opciones de escritura– de cultivar la técnica del lead porque, afirman Martínez Albertos y Santamaría Suárez (: 114): “[…] permite utilizar procedimientos retóricos que garantizan la observación y la transmisión más completa posible de un hecho que se desea convertir en noticia”.

El Observatorio Nacional de Medios ha identificado faltas técnicas virtualmente en todos los medios, pero específicamente en los noticieros de televisión, cuando éstos pretenden reconstruir, es decir, informar (dar forma) sobre alguno de los acontecimientos que se producen en la caliente coyuntura política que vive Bolivia.

Estos defectos técnicos (“narrar” en tiempo futuro o en modo subjuntivo, utilizar excesivamente la voz verbal pasiva, iniciar el lead con una cita, reproducir citas sin identificar fuentes, por nombrar algunos) menoscaban el trabajo periodístico y, lo más importante, complican la lectura de los relatos y distorsionan el mensaje, que –en alguno de los casos– deja de ser informativo y deriva en comentario.

Visto así el asunto y considerando la importancia que tiene para el Periodismo Informativo, los medios –organizando talleres internos de análisis de consistencia de las noticias que ponen en la agenda pública– y las carreras de Comunicación Social –facilitando el aprendizaje de la solución de problemas profesionales relativos a redacción de una nota informativa– tienen la misión de promover la calidad profesional de los redactores.

La escritura de relatos informativos, la piedra angular del Periodismo, constituye una actividad intelectual cuyo aprendizaje exige escuela, método, disciplina y práctica profesionales.

* El autor es Corresponsal del Observatorio Nacional de Medios en Cochabamba

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