6 de febrero de 2008

Un encuentro por los futuros periodistas bolivianos

Cuando se aborda el delicado asunto de cuál es el origen de ciertos problemas del periodista boliviano (pobre redacción, falta de ética, sensacionalismo, etc.), siempre se llegan a mencionar dos puntos clave: la formación universitaria y la influencia de los medios de comunicación en los que trabajan los periodistas. Durante debates sobre la calidad del periodismo, tanto universidades como medios de comunicación arremeten unos contra otros para ver “quién es el que tiene más culpa”.

Una de las tareas del Observatorio Nacional de Medios (ONADEM) es oficiar de mediadora entre las universidades y los medios para elevar la calidad del periodismo. Esta tarea a veces resulta complicada, puesto que se suele chocar con la reticencia de ambas instituciones. Los decanos de facultades de Comunicación protestan porque “las universidades forman bien a los alumnos pero los medios los echan a perder”. A su vez, los jefes de redacción se quejan de que “los alumnos de Comunicación no quieren ser periodistas porque sus profesores les enseñan que los medios están llenos de bandidos y forajidos”.

Precisamente con el objetivo de propiciar el diálogo entre ambos lados (la academia y la sala de redacción), el ONADEM organizó en La Paz en noviembre de 2007 una reunión entre los miembros de la Asociación Nacional de la Prensa (ANP) y la Asociación Boliviana de Carreras de Comunicación Social (ABOCCS). Aunque sólo participaron tres representantes de la ANP, el debate sirvió para que cada grupo asumiera con franqueza su cuota de responsabilidad en el problema. Más importante aún, el evento fue una buena ocasión para que expresaran su buena voluntad de trabajar en conjunto en beneficio de los periodistas y de la ciudadanía, que tiene el derecho a tener a su alcance información de calidad.

Los miembros de la ABOCCS admitieron que en Bolivia no se están formando periodistas. El informe presentado en la reunión demostró que no existe ninguna licenciatura en Periodismo en toda Bolivia. Pese a que en los últimos cinco años han proliferado las carreras de Comunicación, sólo existen dos carreras de Periodismo, y de nivel Técnico Superior (una en La Paz y otra en Potosí). Una de ellas tiene sólo un año de antigüedad y se abrió de manera experimental.

Se sabe también que algunas universidades han intentado abrir la carrera de Periodismo, pero no se ha concretado finalmente esta acción porque los sondeos de mercado demuestran que hay muy pocos interesados en inscribirse. Pareciera que los estudiantes de Comunicación se sintieran más atraídos por otras áreas como el marketing, la publicidad, la comunicación corporativa o la comunicación para el desarrollo y no así por el periodismo.

Al mismo tiempo, el análisis de los planes de estudio de 22 carreras demostró que sólo el 16% de los contenidos que se enseñan a los alumnos está directamente vinculado al periodismo. Esos planes revelaron también debilidades en cuanto a la enseñanza de tecnologías de la información (cómo crear y administrar sitios web, periódicos virtuales o blogs, por ejemplo) y poco énfasis en el periodismo especializado y el periodismo de investigación.

El estudio señaló asimismo que las materias que tienen más presencia en las carreras de Comunicación son, paradójicamente, redacción y ética, justamente dos áreas de permanente cuestionamiento (los directores de medios indican que los egresados no saben redactar, mientras que los directores de carrera señalan que en muchos casos los medios “arruinan” la ética de los periodistas). En el debate se hizo notar que muchos estudiantes arrastran problemas graves de redacción desde la escuela. El tema de la ética resultó el más complicado: que un periodista no tenga sentido ético ¿es culpa de la formación recibida en su familia, en la universidad, o es una actitud de supervivencia ante las presiones de ciertos medios? Otros dijeron que los alumnos no escogen Comunicación para dedicarse a escribir sino para aparecer en la televisión. También se sugirió que era probable que no se motivara demasiado a los estudiantes universitarios a la lectura de libros interesantes.


Se habló, igualmente, del trato recibido por los estudiantes que están haciendo sus prácticas en medios de comunicación y de cómo estos terminan en ocasiones realizando funciones de secretarios, mensajeros o ayudantes y no de periodistas. Para evitar los abusos y el mal empleo de las prácticas profesionales, todos estuvieron de acuerdo en la necesidad de establecer convenios entre universidades y medios en los que se detalle con exactitud las actividades a realizar por los estudiantes.


La reunión concluyó tras una extensa discusión de la que se rescató el espíritu propositivo y el respeto por el punto de vista del otro. En resumidas cuentas, este primer encuentro fue una especie de declaratoria de buena voluntad –entre los que estuvieron presentes-, que si bien hasta el momento no ha tenido resultados concretos, ojalá sirva en el futuro próximo para dejar de lado las susceptibilidades entre instituciones y aminorar la brecha que existe entre lo que se estudia en la universidad y lo que se practica en los medios de comunicación. Y que sirva también para promover, desde ambos escenarios, el interés por el buen periodismo y la lectura especialmente entre los jóvenes.

Por Liliana Colanzi, corresponsal en Santa Cruz del ONADEM.

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