29 de septiembre de 2008

¿QUIÉN SE ANIMA A DEVOLVER EL ENCANTO AL PERIODISMO?

Osman Patzzi Sanjinés*

Es poco probable que en los tiempos actuales a algún creador se le ocurra que un superhéroe, como Superman, sea un periodista cuando no está resolviendo los problemas de la humanidad. La duda se convierte en certeza al comprobar que el otrora respetado oficio, que siempre fue motivo de orgullo para quien lo abrazaba, así como para su entorno familiar y social, hoy no lo es y, peor aún, tiende a devaluarse más rápido que el dólar.

Los jóvenes estudiantes de ciencias de la comunicación están bien enterados de ello y son muy pocos los que asumiendo riesgos y luchando contra las críticas y los consejos, persisten en defender el periodismo como oficio digno y también necesario para el desarrollo del país y el fortalecimiento de la democracia.

En las aulas, donde es inevitable utilizar la prensa diaria y aludir los espacios informativos en la radio y la televisión ya no como ejemplos a seguir, sino para todo lo contrario, se hacen esfuerzos en la formación de audiencias críticas, otorgando herramientas para que los universitarios puedan fundamentar observaciones, con la esperanza de que, una vez en el mercado laboral, hagan la diferencia. Pero eso no parece ser suficiente.

Las imágenes y testimonios de periodistas que deben esconder sus credenciales y herramientas de trabajo para que no los identifiquen como tales, han calado hondo en el espíritu de quienes alguna vez, quizá desde la niñez, soñaron con ser respetados y valorados al ejercer una noble misión, la de informar y orientar. Y no se trata de esconderse de sicarios contratados por mafiosos o personajes descubiertos en actos irregulares, sino de gente común, que en vez de sentirse protegida se siente amenazada ante la presencia de un informador porque presupone que tiene la misión de distorsionar los hechos para beneficiar a determinados intereses. Peor aún con los mensajes reiterativos que sobre este tema salen de la más alta esfera gubernamental.

¿Cuánta responsabilidad tienen los periodistas por haber llegado a esta situación? ¿Qué hicieron o dejaron de hacer para permitir que les roben ya no sólo la profesión, sino también el futuro?

La enseñanza del periodismo en Bolivia, de acuerdo a recientes investigaciones del Observatorio Nacional de Medios (1), tiene un escaso énfasis en la identidad profesional y mientras no se rompa el círculo vicioso de pretender echar toda la culpa a las universidades por la supuesta mala formación mientras aquellas se defiendan indicando que los profesionales se ven obligados a pasar por alto lo que aprendieron para dar contento a los patrones (2), y los periodistas no asuman que tienen una responsabilidad personal, no van a cambiar las cosas para mejor.

No basta con que se orienten las carreras hacia la comunicación organizacional, las relaciones públicas y otras áreas para evitar que los estudiantes abandonen las facultades. La revalorización del periodismo debe partir de la academia, y encontrar eco en las empresas de comunicación para que el esfuerzo no resulte inútil.

No se pueden dejar convencer de que cualquiera puede ser periodista, que Internet lo demuestra con los millones de blogs y otras formas de expresión ciudadana, o que han perdido miserablemente el tiempo al abrazar una carrera que no tiene perspectivas porque “una cosa es la teoría y otra la práctica”.

Ciertamente es una misión de superhéroe esta lucha para devolver el sitial a la profesión y recuperar la credibilidad, pero es preciso empezar sin demora. En las empresas periodísticas suelen afirmar que su mayor activo son los recursos humanos y todas las universidades aspiran a que sus egresados sean bien valorados en la sociedad. No se trata, entonces, de buscar responsables del descrédito, hay que alentar a los que se quieran hacer responsables para devolver el encanto al periodismo. Y esos son, no los que están en la comodidad, si se permite el término, de la cátedra o de la dirección empresarial, sino fundamentalmente aquellos que están en la calle. ¿Será que se animan, aunque sea por una cuestión de sobrevivencia?


* Periodista y docente. Corresponsal del ONADEM en Santa Cruz


(1) La formación periodística en las universidades bolivianas: escaso énfasis en la identidad profesional. (Ingrid Steinbach/Liliana Colanzi, noviembre de 2007)

(2) Encuesta sobre el perfil profesional de los periodistas formados en las universidades. (Francisco Sosa/ Eva Carvajal, octubre 2007) y Encuesta sobre las condiciones laborales de los periodistas en cuatro ciudades. (Álvaro Marcelo Hurtado, octubre de 2007)

1 comentario:

  1. Mil disculpas, pero aprovecho el artículo de Osman Patzzi, para tratar de contactar con él, si tal vez algún colega me puede pasar su email, ya que desde Brasil, amigos periodistas me han pedido que lo ubique. Agradezco a los amigos!! mi email es giovannyveras@hotmail.com

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