17 de febrero de 2011

Editoriales: La autononomía departamental con carga positiva

Vania Sandoval Arenas (1)


Los editoriales que abordaron el tema autonómico (2) , trataron a la autonomía como sinónimo de desarrollo para las regiones deprimidas de Bolivia, le dieron una valoración positiva como concepto a la vez que criticaron la concreción del proceso autonómico que está efectuando el gobierno a través de la Ley “Andrés Ibáñez”. El diario Cambio contrapesó en sus editoriales las críticas de los otros diarios a esa norma, centrándose en el tema de las denuncias de corrupción de los gobernadores opositores.

Un trabajo desarrollado por el Observatorio Nacional de Medios ONADEM analizó los editoriales publicados de enero a septiembre del 2010 por 18 diarios bolivianos. En 79 editoriales encontrados, se identificó temáticas y líneas comunes que describiremos a continuación.

Los editoriales –menos los de Cambio- criticaron la polarización política entre Gobierno Nacional y Gobernaciones opositoras en torno a las normas propuestas por el ejecutivo y aprobadas por el legislativo así como la ausencia de información sobre las dificultades técnicas del proceso y remarcaron la necesidad de trabajar en conjunto para lograr consolidar los beneficios de tener gobiernos descentralizados. Pidieron diálogos y pactos para que pueda funcionar el proceso de descentralización política y económica.

Además, se preocuparon por la asignación de recursos y competencias, señalando como temas conflictivos el pacto fiscal (entendido como la redistribución de impuestos), la administración de la tierra y territorio y cuestionaron las leyes promulgadas sobre el tema por ser el supuesto instrumento político para suspender alcaldes opositores (al determinar que a denuncia de la fiscalía una autoridad elegida debería salir de su cargo para defenderse).

Un claro ejemplo del valor positivo que se otorga desde los editoriales a las autonomías lo señala este texto tarijeño:

La autonomía, además de un viejo anhelo, es un concepto moderno de administración pública y ahora es, para Bolivia, un mandato constitucional.

Tarija Autónoma. El País. 20/04/2010



Los recursos naturales en el centro

Los editoriales sostuvieron que los grandes conflictos por el tema autonómico tendrían que ver con la administración de los recursos naturales y los ingresos, por ejemplo con la redistribución de la recaudación impositiva nacional-departamental-municipal en el llamado “nuevo pacto fiscal” que aún no estaba claramente definido. Para todos los editoriales, la autonomía significa una reconfiguración de la administración política que tendría que traer consigo una equitativa distribución del poder y la riqueza así como ser un motor del desarrollo económico.

Los siguientes textos extractados de editoriales reflejan lo señalado:

El nudo gordiano, como decíamos al principio, no está en el principio de autonomía, legalizado, legitimado y consolidado, así como está constitucionalmente consolidado el principio de unidad, sino en el manejo de recursos, de tal manera que estén armonizados con la distribución de competencias. En lo fiscal, que no ha logrado aún ser pactado.

Esperando la Ley Marco. El País. 28/06/2010

Tres son los componentes que van a generar más controversia: el pacto fiscal entre niveles de gobierno, la distribución de competencias de gestión entre tales niveles y, quizás la más difícil, armonizar las discrepantes visiones socio-culturales sobre tierra y territorio.

Vamos con las autonomías. El País, 06/07 2010


Algo que los políticos olvidan, las autoridades ignoran y los dirigentes cívicos guardan silencio es que en Oruro hay que profundizar el proceso autonómico, pero no uno de características parcializadas impuesto arbitrariamente desde el mismo poder central del que debemos descentralizarnos, sino definir un modelo de administración regional que priorice nuestra ubicación geopolítica, que recuperemos la condición de centro ferroviario, que se consolide el corredor bioceánico haciendo posible la vinculación directa al océano Pacífico que nos permitirá diversificar nuestra economía.

Autonomía y Economía Orureña. La Patria 3/04/2010

Más allá de los problemas circunstanciales, parece claro que la construcción de un Estado autónomico, con equitativa distribución del poder y ojalá, de la riqueza, es una tarea en la que buena parte de la ciudadanía está empeñada.

Mal comienzo del estado autonómico. Nuevo Sur. 24/05/2010



Críticas a la polarización



Los editoriales cuestionaron las crisis políticas y la incertidumbre generadas por el proceso autonómico, atribuyendo responsabilidades al Gobierno Nacional en mayor medida que a la oposición. Se habló de diferentes visiones en torno al tema, que coincidieron con las líneas de polarización política.

Las autonomías departamentales exigidas por algunas regiones del país e incorporadas a la Constitución del "Estado Plurinacional" que ha sustituido a la Nación, han creado para el país, desde hace algunos años, un estado de crisis políticas permanente, que en ciertos momentos alcanzó niveles tempestuosos.

Nace la burocracia autonomista. El Diario. 08/07 2010

La juramentación de los flamantes gobernadores en Sucre por mandato de una ley emanada de la nueva Asamblea Legislativa, constituye un esfuerzo del Gobierno por intentar recuperar el mando central sobre las fragmentadas autonomías. Pero resulta inquietante que de las tres autoridades que juraron nuevamente (gobernadores esta vez, y "autonómos"), el año 2008, al menos una, estuviese presuntamente vinculada a acciones francamente separatistas.

Estado autonómico: tenebrosa víspera e incierto futuro. El Nacional 06/06/2010

En el caso de Chuquisaca hay indicios de que este proceso será particularmente complejo porque así como subsiste una clara fractura -ahondada durante el proceso constituyente- entre el campo y la ciudad, existe también una disparidad de visiones sobre el proceso autonómico.

La Bolivia Autonómica. Correo del Sur. 30/05/2010



Los actores políticos y regionales deben realizar esfuerzos para facilitar el proceso autonómico, pues seguir oponiéndose a él sólo traerá mayores problemas.

Importancia de un pacto autonómico. Los Tiempos. 7/7/2010


Lo que se observó en los intentos de las ex autoridades de la Prefectura era justamente imponer un " estatuto autonómico" hecho a la medida de las necesidades políticas del Gobierno y de sus colaboradores directos en cada uno de los departamentos (…)

El estatuto autonómico está en cero. La Patria 18/09/2010

En Bolivia, respecto a las autonomías no sabemos la forma en que finalmente será configurado este régimen.

Autonomías, otro entuerto. El Deber 12/04/2010



Las Leyes, el sello de la discordia

Los diarios criticaron a la llamada Ley Corta o Transitoria aprobada en el mes de mayo y también a la Ley de Autonomías “Andrés Ibáñez” promulgada en julio.

La mayoría de los editoriales sobre el tema criticaron las contradicciones que tendrían ambas leyes, la falta de consensos en su aprobación basada en el “rodillo masista” y las disposiciones para que alcaldes deban renunciar ante la simple existencia de denuncias de corrupción, pero no tocaron otros temas técnicos o de aplicación de la Ley ─ como por ejemplo la implementación de autonomías indígenas, las competencias en administración de servicios, los conflictos de límites─ que hubieran podido contribuir a la ampliación del debate en torno a la aplicación de las autonomías.

A su vez, el diario gubernamental Cambio hizo mención a las denuncias de corrupción que pesan sobre los gobernadores opositores, sin profundizar en el debate planteado respecto a la vulneración de derechos que tendría esta normativa.

Pero, sin duda, todo el asunto de la autonomía ha quedado ahora en manos del MAS, de los parlamentarios oficialistas que poco caso han hecho hasta ahora de las propuestas de la oposición. Esa es la realidad que Santa Cruz debe afrontar por la tardía reacción de su dirigencia frente a lo que se veía venir. Sin embargo, pese a la cerrazón oficialista, debe ponerse en claro cuáles serán las competencias de las Gobernaciones, especialmente en los rubros vivienda social, salud y educación, de suyos muy importantes para la región, y con qué recursos económicos se habrá de contar para sustentar el presupuesto para la gestión departamental.

La Autonomía en otras manos. El Día 3/07/2010

Una sencilla apreciación a la propuesta del sector legislativo y oficialista en torno al proyecto de la Ley Marco de autonomías tienen contradicciones que son producto de la falta de acuerdo de los sectores representativos de la comunidad para encarar responsablemente el tratamiento de una normativa que tiene que ver con el futuro desempeño administrativo de cada departamento.

Autonomía bajo control central. La Patria 03/07/2010



Se busca desconocer el voto a través de triquiñuelas jurídicas, como está sucediendo con la denominada Ley Corta.

Mal comienzo del Estado Autonómico. El Potosí. 23/05/2010

Los gobernadores electos de Tarija, Mario Cossío, de Santa Cruz, Rubén Costas y de Beni, Ernesto Suárez, reúnen un total de 37 denuncias en su contra por delitos supuestamente cometidos en el ejercicio de sus funciones como prefectos departamentales, como contratos lesivos al Estado, conducta antieconómica e incumplimiento de deberes, según un informe del Ministerio de Transparencia y Lucha contra la Corrupción.

(…)En este contexto, y coincidentemente, los citados gobernadores electos son los únicos que rechazan la vigencia de la recientemente promulgada Ley Transitoria para el funcionamiento de las Entidades Territoriales Autónomas, que regula la transición ordenada de las prefecturas a los gobiernos autónomos departamentales, el funcionamiento de las asambleas departamentales, la autonomía regional del Chaco tarijeño, la administración municipal y la autonomía indígena originario campesina.

Oposición y Ley Transitoria. Cambio. 25/05/2010



El asunto de los procesos a gobernadores, sean oficialistas o de la oposición, debería ser estudiado en la Ley marco de las autonomías.

La Ley transitoria de autonomía debe ser para facilitar y no para interferir. Opinión. 20/05/2010

Hubo editoriales que hablaron de la necesidad de un pacto entre oficialistas y opositores, para el avance del proceso autonómico, responsabilizando a los políticos de los posibles retrocesos.

Las relaciones entre las regiones y el Poder Central, por muy difíciles que éstas sean, son imprescindibles para construir la Bolivia autonómica

En la construcción de la Bolivia autonómica. Los Tiempos.17/06/2010

(…)La futura gobernación sienta las bases para el modelo que propone inplantar en el período 2010-1015.

Un paso adelante en las autonomías. La Palabra del Beni .07/05/2010.

La norma, sin duda, de un modo u otro, será el instrumento básico para el manejo legal del complejo aparato legislativo boliviano. Esperemos que esa cara responsabilidad recaiga en conscientes estadistas antes que en politiqueros angurrientos y corruptos. Los primeros podrían impulsar a Bolivia para que se convierta en un Estado dinamizado en su desarrollo y con grandes horizontes. Los segundos volverían a despertar los fantasmas de graves e imprescindibles confrontaciones.

Los peligrosos vaivenes de las Autonomías. El Nacional 02/08/2010

La autonomía, de acuerdo a lo escrito en los textos analizados, está en manos de los políticos, de los líderes. Según los editoriales los protagonistas son casi exclusivamente las autoridades nacionales y departamentales. Se dio por sobreentendido que la autonomía traerá desarrollo: cambiando el sistema de administración y gestión del dinero habrá progreso en las regiones deprimidas, dejando sin tocar otros componentes necesarios para el anhelado crecimiento.

La autonomía departamental, entendida por los editoriales como la condensación del desarrollo económico y la democratización del poder, se constituyó así en el centro del debate político como indicador de bien común a perseguir, quedando pendiente la discusión en torno a sus diferentes componentes y la profundización del tratamiento de sus ejes de conflicto.
____
1.
La investigación base de este artículo fue realizada por Vania Sandoval, Sujan Morales y Carlos Portugal, en el Observatorio Nacional de Medios de la Fundación UNIR Bolivia.

2.

Se trabajó con 18 diarios, y los editoriales publicados sobre el tema entre el 1ro de enero y el 30 de septiembre del 2010. Se encontraron 79 editoriales. El Nacional de Tarija (13) y La Patria de Oruro (12) fueron los que más opiniones editoriales sobre el tema.
Se analizaron los editoriales de La Razón, El Diario, La Prensa, Jornada y Cambio de La Paz; El Alteño de El Alto; El Deber, El Nuevo Día y El Mundo de Santa Cruz; El Nacional, El País, Nuevo Sur, de Tarija; Opinión y Los Tiempos de Cochabamba; La Patria de Oruro , El Potosí de Potosí y La Palabra del Beni.

27 de enero de 2011

Completar los estándares de calidad en la autorregulación periodística

Bernardo Poma Ulo*

Menos de la quinta parte (19%) de los códigos de ética de la Asociación Nacional de la Prensa (ANP), la Asociación de Periodistas de La Paz (APLP), la Confederación Sindical de Trabajadores de la Prensa de Bolivia (CSTPB) y el Consejo Nacional de Ética Periodística (CNÉP) consigna, con escasa explicación, algunos estándares de calidad técnico-profesional para el manejo responsable de la información de interés público.

El Observatorio Nacional de Medios (ONADEM) analizó esos 4 códigos con el objetivo de determinar la presencia en ellos de recomendaciones y orientaciones acerca de los estándares de calidad técnico-profesional, es decir, de los procedimientos, recursos y habilidades que guían y garantizan la elaboración y publicación responsable de los mensajes informativos, de opinión y de análisis periodísticos. Esos estándares de calidad fueron sistematizados y definidos en base a una revisión crítica de documentación nacional y extranjera por el ONADEM en el libro “Medios a la Vista, informe sobre el periodismo en Bolivia 2005-2008” publicado en 2009.

Se analizó un total de 68 artículos e incisos en esos documentos, de los cuales 17 corresponden al código de la ANP, 16 al de la APLP, 13 al de la CSTPB y 22 al del CNÉP (20 enumerados más los referidos al derecho a réplica y la cláusula de conciencia). De ese total, sólo 13 artículos (19%) consignan parte de los estándares de calidad.

Dado que un mismo artículo puede incluir y recomendar más de un estándar, el código del CNÉP, en sólo cuatro de sus artículos (1, 2, 4 y 6), hace la mitad de todas las referencias (9 recomendaciones, 50%). El código de la APLP, en segundo lugar, realiza 4 recomendaciones (22%) en también 4 de sus artículos (4, 7, 8 y 9). En tercer término, el código de la ANP hace 3 recomendaciones (17%) en tres de sus incisos correspondientes al primero, tercero y quinto. Por último, el de la CSTPB los menciona sólo dos veces (11%) en sus artículos 7 y 8.

Entonces, en el conjunto de artículos están mencionados 7 de los 14 estándares de calidad identificados por el ONADEM. Sin embargo, en términos cualitativos, la referencia e incluso enumeración de los estándares no siempre está acompañada de su respectiva explicación. Este rasgo fue encontrado, por ejemplo, en el artículo 1 del código del CENÉP que consigna cuatro estándares sin definirlos ni explicarlos. A diferencia de ello, el código de la ANP presenta mayor explicación de los tres estándares que cita.

Aunque las referencias a los estándares de calidad en los códigos señalados se aproximan o bien ingresan en el campo definitorio propuesto por el ONADEM, el recuento y análisis —que sigue a continuación— toma como base principalmente las definiciones planteadas en el libro ya referido.


La ecuanimidad en la consulta a fuentes noticiosas y puntos de vista divergentes, así como la documentación que respalde los datos, citas y/o cifras de la información son los dos estándares más recomendados (5 veces, 28%, c/u).

En segundo lugar, con dos recomendaciones cada uno (11%) se ubican 3 estándares: el pluralismo de temas en la información y de enfoques para la opinión y el análisis; la oportunidad, esto es, la pertinencia, simultaneidad o inmediatez de la noticia en relación a la ocurrencia de los hechos; y la precisión en la presentación de datos noticiosos (cargos, nombres, referencias, etc.).

Sólo una vez (5%) y exclusivamente en el código del CNÉP son recomendadas la contextualización con antecedentes y circunstancias del hecho noticioso y la claridad del mensaje periodístico.

En ningún otro artículo de los códigos observados se menciona a los otros 7 estándares que tienen que ver con la calidad del mensaje periodístico:

- Corrección. Sujeción de los mensajes a las normas de lenguajes de acuerdo al medio empleado.

- Amplitud. Extensión suficiente de la información proporcionada en una nota o bien la presentación de varias notas complementarias sobre un mismo asunto informativo.

- Jerarquización. Colocación de la noticia en un lugar privilegiado del espacio o tiempo informativo.

- Seguimiento. Continuidad en la cobertura, acompañando la evolución del hecho noticioso.

- Análisis. Contrastación de distintas visiones sobre un hecho noticioso y obtención de conclusiones esclarecedoras.

- Profundidad. Examen detenido del acontecimiento sobre el que se informa.

- Investigación. Indagación expresa realizada por el medio para explicar integralmente un hecho noticioso.

Si bien 5 de los estándares —los últimos 4 citados más la contextualización— son considerados parámetros de calidad de materiales especiales o de mayor elaboración como los reportajes, los restantes 8 son exigibles a todo material noticioso.

Cabe señalar que dos códigos hacen aproximaciones importantes respecto de la precisión en el tratamiento de los actores de las noticias, específicamente, a la salvaguarda de la “presunción de inocencia” (CNÉP, Art. 10), ya que los “delincuentes consumados” son “quienes reciben una sentencia de la justicia” (ANP, inciso décimo séptimo). Exclusivamente el código de la ANP, a su vez, propone y recomienda un estándar que puede ser establecido como la imprescindible coherencia que debe existir entre los titulares y el “contenido de los textos” (inciso décimo sexto).

Por otro lado, los cuatro códigos enfatizan —y reiteran— como valor la “verdad” o “veracidad” en la elaboración del mensaje periodístico y en el ejercicio de la profesión. El ONADEM comparte lo fundamental de este valor para el periodismo, pero lo entiende como resultado de la aplicación pertinente, rigurosa y adecuada de los estándares de calidad técnico-profesional propuestos. La “verdad periodística” tiene, así, un carácter procedimental, ya que para “alcanzarla” se deben aplicar las reglas y técnicas que el periodismo ha acumulado en tanto capital de conocimiento y profesionalidad.

Con lo anterior también se argumenta que todo mensaje periodístico contiene —o debe hacer— una aproximación a “la verdad”, pues ésta no es única ni universal. En todo caso, la ética, apoyada en y articulada a lo técnico-profesional, otorga a la información periodística confiabilidad, utilidad pública e importancia en tanto servicio social.

Si la autorregulación del campo periodístico —prevista en el artículo 107 de la Constitución vigente— es un elemento central para el desempeño responsable de los profesionales de la comunicación y en particular de los periodistas, resulta pertinente que se reflexione sobre la disminuida presencia de los estándares de calidad en los códigos de ética no sólo en cuanto a número de artículos y menciones sino igualmente respecto a la falta de mayor especificación y explicación de los mismos. Así, los códigos de ética podrían complementar y fortalecer su propuesta de autorregulación y contribuir de manera más específica a la mejora del campo profesional de la comunicación y del periodismo.

Con la revaloración de la ética y la técnica profesional, el periodismo puede incluso ir más allá del importante servicio que presta, pues al menos dos de los estándares más recomendados por los códigos de ética estudiados —el pluralismo y la ecuanimidad— constituyen también principios válidos para la construcción y mejora permanente de la democracia.

Referencias:

- ASOCIACIÓN DE PERIODISTAS DE LA PAZ (APLP): Código de ética. En: www.aplp.org.bo

- ASOCIACIÓN NACIONAL DE LA PRENSA (ANP): Código de ética. En: www.anpbolivia.com

- CONFEDERACIÓN SINDICAL DE TRABAJADORES DE LA PRENSA DE BOLIVIA (CSTPB, 2010): “Código de ética de la CSTPB”. En: Legislación y principios del periodismo. CSTPB. La Paz.

- CONSEJO NACIONAL DE ÉTICA PERIODÍSTICA (CNÉP). Informe Anual 2009. “Código Nacional de Ética Periodística”. La Paz (pp. 6-7).

- NUEVA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL ESTADO (2010). Editorial U.P.S. s.r.l. La Paz.

- OBSERVATORIO NACIONAL DE MEDIOS (2009): Medios a la Vista, informe sobre el periodismo en Bolivia 2005-2008. UNIR-ABOCCS. La Paz (pp. 20-21).

* Para este trabajo, el autor —Responsable Metodológico Operativo del Observatorio Nacional de Medios (ONADEM) de la Fundación UNIR— tuvo el apoyo de Manuel Joao Filomeno, estudiante de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Católica San Pablo.

12 de enero de 2011

PENSAR EL PERIODISMO DESDE LA COLUMNA SINDICAL

Santiago Espinoza A.


Con el relanzamiento de la Columna Sindical, merced a la puesta en vigencia del Decreto Supremo 0136 del 20 de mayo de 2009, los diarios paceños incorporaron parcialmente en sus páginas este espacio destinado a que sus periodistas y trabajadores sindicalizados expresen libremente sus ideas, adaptando su uso a las condiciones operativas de sus respectivos medios y asumiéndola como una plataforma principalmente abocada a reflexionar sobre el ejercicio periodístico.

Ese hallazgo se desprende de la investigación realizada por el Observatorio Nacional de Medios (ONADEM), una iniciativa de la Fundación UNIR Bolivia, para conocer la forma en que los medios impresos editados en la ciudad de La Paz han empleado la Columna Sindical, un espacio –por norma- concebido para que las empresas periodísticas otorguen a sus periodistas (idealmente sindicalizados) la posibilidad de expresar libremente sus ideas mediante comentarios firmados. El trabajo indagó en las principales características de las columnas sindicales publicadas –entre el 20 de mayo de 2009 y el 10 de mayo de 2010- por los medios impresos, toda vez que los radiales y televisivos hicieron caso omiso de lo establecido en el decreto. En La Paz fueron tres los diarios que publicaron, de forma sistemática o no, textos firmados en un espacio de opinión rotulado como “Columna Sindical”.



Periodicidad: regular o interrumpida

Cabalmente, el relanzamiento de la Columna Sindical se tradujo en la publicación de 94 artículos distribuidos en tres diferentes diarios paceños (“La Razón”, “La Prensa” y “Cambio”), en el lapso comprendido entre mayo de 2009 y mayo de 2010. Aunque se trata de un número significativo de artículos, más aún si se tiene en cuenta que son contados los medios que asumieron el reto de cederle un espacio a la Columna Sindical, el mismo puede resultar reducido si se lo compara con el despliegue del diario “El Deber” de Santa Cruz, que, por sí solo, publicó un total de 103 durante el primer año de aplicación del DS 0136 (tal como lo evidencia otro estudio del ONADEM sobre los usos de la Columna Sindical en la ciudad oriental).

La Columna Sindical fue incorporada sistemáticamente por dos de los principales diarios de La Paz, “La Razón” y “La Prensa”, que abrieron, cada cual por su lado, un espacio semanal para publicar periódicamente textos firmados por sus periodistas y por otros trabajadores de los medios en sus páginas editoriales y de opinión. Eso sí, es evidente que ambos medios adoptaron lo dispuesto por el DS con relativa flexibilidad, publicando con una periodicidad semanal las columnas sindicales y no así de forma diaria, como lo establece la normativa.

“La Razón” ubicó las columnas los días domingos y publicó un total de 46 artículos en ese espacio, de forma ininterrumpida, lo que evidencia la seriedad con que asumió el mandato del DS 136. A su turno, “La Prensa” ubicó las columnas los días lunes y allí publicó 44 artículos, interrumpiendo el ritmo semanal de aparición del espacio sólo en cuatro oportunidades a lo largo del año. Un caso especial fue el del periódico “Cambio”, que también dispuso de un espacio en sus páginas para acomodar la Columna Sindical, pero que sólo alcanzó a publicar cuatro artículos, sin una periodicidad fija ni el impulso necesario para mantener la columna a lo largo del primer año de vigencia del DS 136.



Temas: periodismo y coyuntura

Temáticamente, la Columna Sindical fue asumida bajo dos grandes perspectivas. La primera la entendió como un espacio de los periodistas para reflexionar sobre las virtudes, las taras, las limitaciones y los desafíos que exige el ejercicio periodístico en el contexto boliviano actual. La segunda la concibió como una plataforma para expresar ideas, análisis y comentarios sobre los asuntos –políticos, sociales, económicos- de coyuntura con los que cotidianamente deben lidiar en su trabajo de cobertura informativa. En este entendido, la columna permitió a los periodistas pronunciarse y opinar públicamente sobre temas que, en circunstancias normales, sólo merecen comentarios privados (“de pasillo”) o, en su caso, un tratamiento estrictamente informativo.

“La Prensa” fue el diario que con más resolución publicó columnas sindicales enfocadas en pensar la actividad periodística, seguida por “La Razón”, que destinó la mayor parte de sus artículos a opinar sobre asuntos de la coyuntura informativa. “La Prensa” fue también el único de los tres medios analizados que empleó la Columna Sindical para reflexionar y reivindicar la práctica sindical (una temática que, teóricamente, debería ser prioritaria para este espacio opinativo). Sin embargo, los artículos de temática sindical fueron siempre firmados por una sola persona, un periodista en funciones sindicales al interior del medio, lo que permite inferir que las preocupaciones sindicales son prácticamente exclusivas a las dirigencias.



Autores: periodistas y hombres

De las 94 columnas sindicales aparecidas en los tres diarios paceños, la mayoría (más del 80%) correspondió a periodistas que se identificados como tales, como editores, como fotógrafos o también como dirigentes sindicales. Este dato revela que la Columna Sindical ha sido adoptada como un espacio de opinión prácticamente exclusivo para los trabajadores abocados a la cobertura y difusión de informaciones. Sin embargo, no se puede ignorar la progresiva inclusión de otros trabajadores de los medios, como correctores, fotomecánicos o personal de archivo, que pusieron de manifiesto la necesidad de pronunciarse públicamente sobre hechos que los conmueven de forma particular.

Del conjunto de columnas sindicales publicadas en los tres medios impresos, 73 (78%) fueron firmadas por hombres, habiendo un margen mínimo de participación para las firmas femeninas. Esta relación numérica entre firmas masculinas y femeninas habla de la asimetría en materia de género que ha caracterizado el uso de la Columna Sindical en los diarios paceños y que es muy propia de la práctica opinativa en los periódicos nacionales, en los que los espacios de opinión –columnas, comentarios- están prácticamente copados por hombres. La escasa participación de mujeres en la Columna Sindical y, por extensión, en las páginas de opinión de los diarios revela que hay una negación y, por qué no, invisibilización de la mujer como sujeto capaz de expresar y publicar sus ideas, análisis y reflexiones. Dicho de otra manera, se trataría de una negación de la mujer como sujeto capaz de formular y compartir pensamientos, una negación de su subjetividad.

De manera general, la puesta en vigencia del DS 0136 permitió la apertura de espacios regulares para la publicación de la Columna Sindical en dos de los principales medios impresos de La Paz, como son “La Razón” y “La Prensa”, que, sin embargo, debieron adoptar las prescripciones del Decreto, por un lado, a sus propias condiciones operativas, asumiendo una periodicidad semanal (en lugar de diaria como lo dispone la norma) y, por otro, a sus prioridades discursivas, aprovechando el espacio para proyectar sus reflexiones sobre el estado del periodismo en Bolivia.

1 de diciembre de 2010

La oferta periodística quechua en Cochabamba

Santiago Espinoza A.*




La oferta periodística en quechua en los medios de comunicación con presencia en la ciudad de Cochabamba se debate entre la construcción de una agenda informativa propia del “mundo quechua” y la reproducción parcial de la agenda impuesta por los medios masivos tradicionales. Así lo revela una investigación del Observatorio Nacional de Medios (ONADEM) realizada por su corresponsalía en Cochabamba y cuyos principales resultados fueron presentados el pasado 19 de noviembre en dicha ciudad.



El análisis de la oferta periodística en quechua en los medios de la ciudad de Cochabamba ha permitido identificar dos grandes tendencias de construcción del discurso periodístico de la realidad.



La primera —sobre todo, representada por la televisión— se aboca a reproducir y, eventualmente, adaptar la agenda informativa tradicional de los medios tradicionales urbanos con oferta en español al idioma quechua. La otra —encarnada por los medios radiofónicos e impresos— apuesta por la construcción de una agenda informativa alternativa, en la que el quechua no sólo es el idioma predominante en los mensajes, sino un punto de referencia para definir escenarios, fuentes, temáticas y formas de uso del lenguaje (testimonial) en los contenidos periodísticos, que se conciben desde y para el “mundo quechua” que habita en la región, el país e incluso afuera de nuestras fronteras.



El estudio también constata que la oferta de contenidos en quechua tiene una presencia significativa en los medios radiofónicos establecidos en la ciudad de Cochabamba, en tanto que su presencia es mínima en los contenidos en los medios televisivos e impresos instalados en esta capital.



En materia de género, el estudio revela que el manejo de fuentes en los medios de radio, televisivos e impresos con oferta periodística en quechua no dista de las prácticas machistas y de invisibilización de la mujer propias de los medios tradicionales con contenidos en español. La mujer aparece en porcentajes bajos como fuente de información en los mensajes periodísticos en el idioma nativo, lo que evidencia un imaginario institucionalizado en los medios: que la mujer no ocupa espacios públicos o de poder que validen su versión de la realidad o bien que su voz sólo cobra importancia cuando se la reconoce en su papel de ciudadana y víctima.



Los resultados del trabajo fueron conseguidos a partir del análisis de una muestra que incluyó programas radiofónicos de las emisoras CEPJA, CEPRA, Lachiwana y Pío XII; el noticiero en quechua de Canal 7 (BTV Noticias Cochabamba Quechua) y el periódico Conosur Ñawpaqman con sus respectivos suplementos.



En radio

En materia estrictamente periodística, la investigación ha evidenciado que las emisoras de radio privilegian la producción y difusión de contenidos informativos y, en particular, de noticias, aunque en algunos casos éstas se ven “contaminadas” por intervenciones de tipo opinativo.



Las temáticas más recurrentes en los mensajes son las políticas, sociales y económicas, aunque, dependiendo la coyuntura, hay temáticas comúnmente marginales que pueden emerger y cobrar mayor notoriedad.



En cuanto al uso del quechua en los mensajes periodísticos, éste se concentra en los titulares y los relatos narrados por los reporteros, en tanto que su uso en las declaraciones es algo menor, teniendo en cuenta que no todas las fuentes dominan con fluidez el idioma nativo.



La incipiente presencia de noticias procedentes de otros países de la región andina (como Ecuador y Perú) con poblaciones quechua-hablantes, la recopilación de mensajes reportados desde otras regiones quechuas de Bolivia, la predilección de las informaciones registradas en escenarios rurales y la priorización de las fuentes locales-comunales, son todos rasgos que revelan el afán de algunas emisoras por construir una agenda informativa propia desde y para ese mundo quechua que integran las comunidades quechua-hablantes de Bolivia y otros países.



En TV

La oferta periodística en quechua de la televisión cochabambina (reducida a un noticiero de Bolivia TV) es estrictamente informativa y, atendiendo a una tendencia propia de los medios convencionales en español, las temáticas de los mensajes informativos giran en torno a la política y lo social; en tanto que la presencia de temáticas alternativas —como la socio-cultural, la ambiental y la policial— está supeditada a la coyuntura.



El estudio afirma que el uso combinado e indistinto del quechua y el español en televisión, por un lado, expresa la conciencia de un público bilingüe de los mensajes lanzados al aire y, por otro, ratifica la naturaleza oral del idioma nativo, que se presta más al uso verbal que al escrito (como el que exige, por ejemplo, el recurso del sello de pantalla).



Más allá de la apuesta por el uso del quechua en la conducción del noticiero y la construcción de los mensajes, en la oferta periodística televisiva no hay la convicción por forjar una agenda informativa quechua capaz de trascender la visión funcional del idioma y encarar la identificación de escenarios, temas y fuentes más acordes con los públicos que habitan las comunidades quechuas.



En prensa

La investigación constata que la oferta periodística en quechua de medios impresos en Cochabamba está restringida el periódico institucional Conosur Ñawpaqman y sus respectivos suplementos. En ella hay una preeminencia marcada de mensajes testimoniales.



La apelación al testimonio como subgénero de registro de la realidad supone una reivindicación de la oralidad de los actores/fuentes/lectores del medio, la cual se intenta “traducir” a la escritura, afirma el estudio.



De acuerdo con la investigación, el uso del idioma es también un recurso de diferenciación geográfica y cultural de los contenidos incluidos en el periódico, estando el quechua reservado para dar cuenta de los asuntos locales-comunales y el español destinado a cubrir los hechos que trascienden la esfera local quechua.

En la construcción de los mensajes periodísticos del periódico hay un uso combinado e indistinto del quechua y el español. Esta modalidad de uso del quechua revela, una vez más, las prácticas orales de los actores/fuentes/lectores del periódico que apelan indistintamente al quechua y al español, alternándolo en función a sus propias necesidades enunciativas.



La investigación

La investigación sobre la oferta periodística en quechua en Cochabamba fue realizada por la corresponsalía del ONADEM en la Oficina Distrital 3 de UNIR (Cochabamba-Sucre), bajo coordinación de la unidad central del ONADEM, que viene también realizando un estudio similar al de Cochabamba centrado en la oferta periodística en aymara en los medios de La Paz y El Alto.



El trabajo fue encarado con los objetivos de: 1) describir los contenidos generales de la programación en idioma quechua de radios, televisión y periódicos cochabambinos, y 2) determinar las características cuantitativas y cualitativas de los productos periodísticos en idioma quechua.



En su primera etapa, el estudio exigió el levantamiento de un mapeo de la oferta mediática en quechua en la ciudad de Cochabamba, que permitió identificar aquellos medios radiofónicos, televisivos e impresos que elaboran y difunden mensajes en el idioma nativo. Además del mapeo, el informe hace una descripción estrictamente abocada a la oferta periodística en quechua, ofrece datos sobre el uso de géneros y subgéneros periodísticos, las temáticas y los escenarios de mensajes, el manejo de fuentes informativas y el uso del idioma nativo en los contenidos difundidos por los distintos medios.



La investigación está circunscrita a la oferta periodística en medios de la ciudad de Cochabamba, por lo que no arroja datos sobre el uso del quechua en medios de las provincias con áreas ampliamente rurales del departamento.



Los resultados del trabajo fueron presentados el pasado 19 de noviembre en Cochabamba, ante periodistas y comunicadores involucrados en la producción y difusión de contenidos mediáticos en quechua, oportunidad que sirvió para recoger insumos adicionales que enriquecerán el informe final del estudio.





* Corresponsal del ONADEM en Cochabamba

30 de noviembre de 2010

Anamar: Periodismo con causa

Por Erick R. Torrico Villanueva

Si la Bolivia contemporánea tuvo una periodista ejemplar, de 24 horas diarias y de toda la vida, sin duda ella fue doña Ana María Romero de Campero, Anamar, como se identificaba al firmar sus columnas de análisis en diarios nacionales. Se ha marchado hace muy poco para fundirse con la inmensidad celeste, pero la impronta que dejó nunca permitirá que sea considerada una ausente.




De su entrega profesional de casi 50 años quizá se pueda extraer una enseñanza central: hay que ejercer el periodismo con causa. Esto quiere decir, en primer término, que la labor periodística sólo encuentra sentido en la medida en que exprese una vocación de servicio, un compromiso ético y una militancia social democrática; mientras que en segunda instancia significa que la información, la opinión y la interpretación noticiosas no tienen que contentarse con lo episódico y superficial, sino que deben ser capaces de trabajar sobre lo procesual, lo profundo y esclarecedor.



En otras palabras, el periodismo con causa es aquel que asume con pasión la voluntad de anoticiar y orientar a los demás respecto de lo que les afecta o posiblemente lo haga en el próximo futuro; es el periodismo de convicción que atrae incomprensiones, cuestionamientos y privaciones a la vez que alimenta la certeza de actuar a favor del bien común, de las libertades y de cada vez mayores condiciones de dignidad para la gente. Es un periodismo distinto y distante del que se obnubila ante la rentabiliad comercial, del que se empecina en la defensa intransigente de ideas cerradas o del que prefiere declararse aséptico y virginal.



Y en el otro plano, el periodismo con causa es el que se propone atravesar lo fenoménico de los hechos y las declaraciones, desentrañar las opacidades, atar cabos y desvelar las lógicas internas de los acontecimientos. Es el periodismo de las preguntas constantes, de la información que apuesta por el conocimiento, de la obligación de aportar a la comprensión de las dinámicas sociales, a la formación de criterio propio, la adopción de decisiones fundadas y la participación transparente en la acción pública.



Doña Ana María fue, en todos sus años de actividad, una practicante y un referente de ese periodismo. Dispuesta a afrontar los riesgos que ello supusiera, fortalecida por su fe religiosa y por su convencimiento democrático, encaró a los poderosos de diferentes tiempos y visiones, se enroló sin tapujos en luchas sociales, defendió los intereses de los excluidos y alentó constantemente la labor informativa de calidad.



Bastará, como ejemplo de lo dicho, recordar que impulsó una unidad especializada en periodismo de investigación en el ya desaparecido diario católico “Presencia” —primera y única experiencia de ese tipo en el país—, medio en que también propició una singular sección semanal de reportajes. Promotora del Círculo de Mujeres Periodistas y creadora del Premio Nacional de Periodismo, animó en la última etapa, en la Fundación Unir Bolivia, el funcionamiento del Observatorio Nacional de Medios, el Fondo Concursable para Periodismo de Investigación y el Banco Temático para Periodistas.



Por eso Anamar jamás se habrá ido, pues desde cada una de las manifestaciones que tenga ese periodismo con causa volverá a decir su palabra “para el ejercicio de una ciudadanía pluralista y participativa” y “en el ánimo de contribuir a dar forma a esa democracia, todavía imperfecta y en proceso de transformación, que tenemos en Bolivia”.