25 de julio de 2012

Agresiones a periodistas a propósito del conflicto por el TIPNIS (1)

Informe Sobre Agresiones a Periodistas - Caso TIPNIS Julior /> 

Cubrir conflictos es una tarea riesgosa para el periodismo boliviano. Y las movilizaciones sociales de apoyo o rechazo a la construcción de una carretera proyectada para atravesar el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) lo confirman. Entre la VIII Marcha Indígena cuya demanda fue evitar la construcción del Tramo II que cruzaría el núcleo del territorio indígena[1], la marcha del Consejo Indígena del Sur (CONISUR) pidiendo más bien la construcción de la misma[2] y la IX marcha ratificando las demandas de la VIII[3], van 25 periodistas agredidos y un medio de comunicación violentado, en un periodo de nueve meses (ver Anexo).
El Observatorio Nacional de Medios de la Fundación UNIR Bolivia (ONADEM), a partir de un monitoreo informativo que comenzó el 15 de agosto de 2011 en coincidencia con el inicio de la VIII marcha y que continúa a la fecha, ha sistematizado las agresiones a periodistas y medios relacionadas con las movilizaciones ligadas al tema TIPNIS realizando un corte metodológico para presentar los datos hasta el 15 de mayo 2012.[5]
            Las agresiones a periodistas y medios más frecuentes fueron las físicas, seguidas del ejercicio de la violencia verbal :
GRÁFICO Nº 1
Fuente: ONADEM
Los periodistas que sufrieron mayor violencia, en términos generales, fueron los de televisión, dado que recibieron el 56% del total de agresiones. Los hechos de violencia durante el desarrollo de la VIII marcha ocuparon la agenda de los medios, los camarógrafos y fotógrafos obtuvieron imágenes “exclusivas” que fueron transmitidas a la población, razón por la cual fueron obligados a entregar las cintas en que registraron las imágenes:
GRÁFICO Nº2
 
Fuente: ONADEM

Los discursos polarizados a causa de la construcción del tramo II de la carretera y la calificación del trabajo periodístico como parcializado con uno de los polos (gobierno y organizaciones aliadas a favor de la carretera y contra la VIII Marcha vs. la CIDOB y otras organizaciones aliadas que rechazan esta vía), fueron las principales causas de agresión a periodistas.
El contexto político, interdependiente del mediático, determinó que se clasifique también a los medios como favorables o desfavorables a la VIII Marcha, lo que fue asumido por varios actores sociales involucrados en el conflicto al interactuar con los periodistas. Un ejemplo de ello es que sólo algunos medios, principalmente los estatales, fueron convocados para grabar al diputado y dirigente indígena Pedro Nuni –uno de los líderes de la movilización indígena–consumiendo bebidas alcohólicas en Trinidad. Sus familiares en esta situación fueron denunciados como agresores de los periodistas que habían acudido a filmar al diputado, argumentando injerencia en una actividad privada de carácter familiar.[6]
El 25 de septiembre de 2011, en la población de San Ignacio de Yucumo, la VIII marcha indígena fue dispersada luego de una violenta intervención policial. Los camarógrafos y fotorreporteros fueron obligados a apagar sus cámaras y en algunos casos golpeados e insultados por miembros de la Policía Boliviana que hicieron el operativo. Entre el 16 y el 25 de septiembre, días antes y hasta la misma jornada de la intervención policial, fueron agredidos 11 periodistas de medios privados, por policías o por quienes bloqueaban el paso a los marchistas en Yucumo o en la cercana población de San Borja.
Trabajadores de medios estatales recibieron otro tipo de agresiones. La reportera de Bolivia TV, Laura Ibáñez, y su camarógrafo fueron obligados a apagar las cámaras en San Borja: “fuimos ultrajados por los marchistas por ser de Bolivia TV”, denunció.
Posteriormente, en enero de 2012 se registraron hechos violentos en la sede de gobierno, cuando la marcha de los integrantes del CONISUR en apoyo a la decisión gubernamental de construir una carretera atravesando el TIPNIS, llegó a la ciudad de la Paz e intentó ingresar a la plaza Murillo. Al no lograrlo dada la protección policial, agredieron a los uniformados lanzando objetos que también alcanzaron a los periodistas. En aquella ocasión cinco periodistas sufrieron las consecuencias, entre ellos la periodista de Gigavisión, Helga Velasco, quien perdió dos piezas dentales luego de que una piedra impactara contra su rostro.[7]
Los presuntos agresores de periodistas en el lapso estudiado de 10 meses fueron, en su mayoría, los opositores a la VIII marcha indígena, es decir, colonizadores o representantes del CONISUR:
GRÁFICO Nº 3
Fuente: ONADEM
Durante los preparativos de la IX marcha indígena se registró una agresión a una emisora radial local, en medio del clima polarizado --a favor y en contra de la movilización-- existente en San Ignacio de Moxos. El 22 de abril, tres días antes del inicio de la medida de protesta, la radio comunitaria Arairu Sache (Soy para todos) fue intervenida y obligada a cortar su emisión después de que un locutor diera lectura a una resolución que convocaba a la marcha contra la construcción de la carretera. Según la denuncia efectuada, el director de la radio René Nuni y el reportero Hefiquio Salazar, fueron golpeados por personas que se oponían a la lectura del comunicado que convocaba a la marcha. Los agresores --pertenecientes a organizaciones locales que se oponen a la marcha indígena-- irrumpieron violentamente en la radio y hurtaron equipos.
Analizando estos datos, se puede concluir que la polarización política entre gobierno y opositores a sus decisiones en torno al TIPNIS ha ocasionado que el periodismo esté inserto en la conflictividad y sea identificado –según el tipo de medio y la cobertura realizada– como favorable o desfavorable a las movilizaciones en torno a este Territorio Indígena y Parque Nacional. Las clasificaciones de los medios y el tratamiento que les dieron los actores políticos se pueden visibilizar en las declaraciones del Presidente Evo Morales y de los ministros de Estado en torno a la cobertura informativa. También los colonizadores (llamados comunidades interculturales) y los marchistas indígenas identificaron medios supuestamente pertenecientes a uno u otro bando.
La VIII marcha indígena y la “contramarcha” del CONISUR fueron cubiertas de manera muy distinta por el periodismo. La primera tuvo un amplio despliegue de periodistas y espacios informativos durante todo su proceso, con especial énfasis en la cobertura de la violenta intervención policial realizada en Chaparina el 25 de septiembre del 2011, la que se cubrió con dificultades que involucraron riesgo a la integridad física de los periodistas desplazados en el lugar. Como correspondía a la magnitud de la coyuntura informativa, los medios televisivos mostraron las imágenes de las agresiones policiales en emisiones especiales. Y redes de radio salieron al aire de manera extraordinaria ese domingo en la tarde para informar sobre la intervención de la marcha en una emisión de varias horas, registrando las repercusiones desde varios puntos del país.
El gobierno criticó esta cobertura, señalando que se produjeron imprecisiones en la cobertura de los medios. El propio Presidente Morales conminó a que le demuestren que hubo un niño muerto, como informaron algunos medios con base en el boletín publicado por la unidad de comunicación de la marcha.[8]
La VIII Marcha tuvo cobertura de medios alternativos de información y redes sociales, como blogs, sitios web de instituciones que apoyaron a la esta movilización, que informaron minuto a minuto sobre los acontecimientos con incidencia informativa sobre todo dentro del público citadino. Estos medios actualmente continúan realizando un seguimiento cotidiano e incluso promueven los aportes ciudadanos y ayuda humanitaria para la IX Marcha, movilización que está recibiendo un despliegue periodístico importante desde el anuncio de su realización.
La marcha del CONISUR, en cambio, fue cubierta por la prensa con menor despliegue de periodistas. Se destacaron las situaciones de violencia generadas con la llegada de los marchistas a la ciudad de La Paz, cuando se les impidió el ingreso a la plaza Murillo y se registraron agresiones a policías y periodistas.
Al ser la problemática del TIPNIS un tema que ha generado opiniones polarizadas y en la sociedad boliviana entre los actores sociales y políticos, y que involucra la gestión de los recursos naturales, los alcances de la autonomía indígena y el ejercicio de derechos fundamentales, se hace necesario que se instale en todos los actores involucrados (incluyendo gremios periodísticos, dueños de medios, gobierno central, departamental y gobiernos municipales, organizaciones e instituciones de la sociedad civil) la reflexión sobre el rol de los informadores en escenarios de conflicto, garantizándose un ejercicio libre del periodismo y promoviendo la información de calidad, situaciones que incluyen obligatoriamente la preservación de la integridad física de las y los periodistas. Como se encuentra en curso la IX marcha que mantiene similares características en la polarización de los discursos de los actores involucrados, es necesario visibilizar la temática de agresiones a periodistas en su real dimensión, en la línea de fortalecer la creación de significados sociales conjuntos de respeto a los derechos fundamentales.
Bolivia, junio de 2012



[1] En el presente trabajo se toma en cuenta las agresiones denunciadas públicamente por los propios periodistas agredidos y difundidas por el medio de comunicación en el que trabajan y/u otro medio de comunicación. No se registran posibles agresiones que no hayan sido denunciadas públicamente.

[2] Los pueblos indígenas de las tierras bajas habitantes del TIPNIS, organizados en la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB), Sub Central TIPNIS, y otras organizaciones indígenas y sociales, se movilizaron en la VIII Gran Marcha Indígena por la Defensa del TIPNIS, por la Vida, la Dignidad y los Derechos de los Pueblos Indígenas que partió desde Trinidad hacia La Paz el 15 de agosto de 2011. La demanda central fue frenar la construcción de la carretera Villa Tunari - San Ignacio de Moxos que atravesaría por su territorio con impactos sociales, ambientales y económicos irreversibles. La marcha que llegó a la sede de gobierno, el 19 de octubre 2011, fue recibida por gran parte de la población paceña que se volcó a las calles para expresar su apoyo y solidaridad. El gobierno central luego del arribo de la marcha, promulgó la Ley 180, que estableció la intangibilidad del TIPNIS. Además de las demandas por la mencionada carretera, tanto la VIII como la IX Marchas Indígenas elaboraron una plataforma de demandas relacionada a la titulación y formas de gestión de sus territorios.

[3] La Marcha del CONISUR fue una movilización realizada por organizaciones campesinas y de colonizadores (actualmente llamados comunidades interculturales) afines al gobierno de Evo Morales, quienes demandaron la anulación de la Ley 180, que declaraba territorio intangible al TIPNIS, para que más bien se construya la carretera Villa Tunari- San Ignacio de Moxos atravesándolo.

[4] La VIII marcha indígena, que se oponía a la construcción, demoró 65 días (15 de agosto al 19 de octubre de 2011). La marcha del CONISUR, llegó en 43 días (del 17 de diciembre de 2011 al 30 de enero de 2012). La IX marcha indígena, que partió desde Trinidad el pasado 25 de abril, pide que se respete la Ley 180

prácticamente desconocida por la Ley 222 que establece la consulta a las comunidades para la construcción de la carretera, argumentando que la consulta establecida por el gobierno es “posterior y no previa” considerando que ya se construyeron el tramo I y III, y además que el contrato para el tramo II ya había sido firmado. La CIDOB asegura que la consulta no ha sido organizada junto a las organizaciones representativas de los indígenas ni ha sido emprendida de buena fe. El gobierno, por su parte, argumenta que es necesaria la mayor presencia del Estado dentro del parque por la cantidad de explotación ilegal de madera que existe, además de insistir en que no hay otro tramo por donde pueda construirse una carretera. Fundamenta la Ley 222 indicando que las comunidades tienen que ejercer el derecho a la consulta previa establecido internacionalmente, y ataca a la IX marcha acusándola de tener fines desestabilizadores del gobierno.

[5] Este análisis puntual se enmarca dentro del trabajo integral de seguimiento de Agresiones a Periodistas y Medios en Bolivia, que el ONADEM de la Fundación UNIR Bolivia realiza de manera permanente desde el año 2007. La sistematización y análisis de ese tema forma parte del libro “Medios a la Vista 2. Análisis sobre el Derecho a la Información y la Comunicación y el Periodismo en Bolivia 2009-2011” presentado en diciembre 2011. 

[6] “Nosotros fuimos allá (al festejo de la familia de Pedro Nuni) debido a que recibimos una información de que dirigentes que habían salido de la marcha estaban consumiendo bebidas alcohólicas, por lo tanto quisimos hacer una entrevista y preguntar, que nos den información sobre la situación de la marcha, pero lamentablemente fuimos recibidos de muy mala forma con agresiones”. Carlos Cuba, periodista del canal 21 en Beni (http://www.cambio.bo/noticia.php?fecha=2011-08-29&idn=53276) Sitio consultado el 10 de mayo 2012.
[7] La periodista Helga Velasco testimonió: “Tengo dos piezas dentarias dañadas, me las van a tener que reconstruir, uno no espera que pasen estas cosas, tampoco nos exponemos, estábamos detrás de los policías y fue en un segundo que levante la cabeza y me llegó la piedra” (Ver: http://www.opinion.com.bo/opinion/articulos/2012/0131/noticias.php?id=41861). Sitio consultado el 10 de mayo 2012.
[8] En una nota de prensa, el presidente Evo Morales declaró que “algunos grupos usan a la prensa y la prensa tergiversa. Ayer (por el lunes) el pueblo con razón estaba gritando sobre un niño fallecido, y ahora que me digan dónde está el niño, quiénes son sus padres, dónde se enterró, cómo se llama. Es la prensa de la derecha (utilizada) para confundir a la población, para causar reacción en la población, quieren enfrentar” (http://www.cambio.bo/noticia.php?fecha=2011-09-28&idn=55383) Sitio consultado el 12 de diciembre 2011.


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