El Alto desde el periodismo ¿Qué hay más allá
de la violencia?
ONADEM
El Alto es una ciudad peligrosa, víctima de la delincuencia,
una urbe pobre y en “vías de desarrollo”, de acuerdo a la imagen presentada por
la prensa paceña y alteña. Un monitoreo realizado
por el Observatorio Nacional Medios (ONADEM) de la Fundación UNIR Bolivia visibiliza
la poca cobertura informativa que la joven ciudad recibe por parte de los
diarios y muestra que la violencia y criminalidad son el principal tema
noticioso cuando se habla de El Alto. A la vez, otro estudio exploratorio sobre
las condiciones de trabajo y de formación de periodistas en dicha ciudad
–también realizado por el ONADEM- muestra la precariedad en la que este
sector desarrolla sus actividades así
como las demandas de los trabajadores de la prensa a la universidad pública y a
las autoridades.
¿Cómo se
representa El Alto en la prensa paceña y alteña?
El estudio titulado “Representaciones de El Alto en la
prensa alteña y paceña”, elaborado por Virginie Poyetton en el ONADEM, obtuvo
resultados que convocaron al análisis. Entre
el 9 y el 23 de enero de 2012 se analizaron las notas de prensa de seis periódicos paceños (La Razón, El Extra,
Página Siete, Cambio, El Diario y La Prensa) y del único
diario de El Alto, El Alteño. Uno de los hallazgos de la investigación refleja la poca presencia de noticias sobre la
urbe alteña en la prensa paceña. Aparte de El Alteño y de algunas iniciativas
como el suplemento especial de Cambio, “Alteño”, o de la página diaria de La Razón, bajo la
sección “Ciudad El Alto”, no parece que exista una verdadera estrategia de
cobertura de la realidad cultural, socioeconómica y política de El Alto por
parte de los medios escritos paceños. En
el tratamiento periodístico de las notas destaca la alta presencia de fuentes
oficiales en comparación con otras (organizaciones sociales, ONG,
profesionales, ciudadanos). Salvo El Alteño (32%), el porcentaje de fuentes oficiales pasa el 50% en todos los
periódicos. El 27% de las fuentes
corresponde a la Fuerza Especial de Lucha contra el crimen (FELCC).
Condiciones
laborales precarizadas e informalidad
Las condiciones laborales de los periodistas en El Alto, de
acuerdo al estudio “Periodismo y Periodistas en El Alto” realizado por Vania
Sandoval y Gary Ramírez, son precarias y
están ligadas a la estructura “informal” de los medios. Dicha investigación
exploratoria recogió las opiniones de 14 dirigentes del periodismo alteño (en
entrevistas realizadas a mediados del año 2011), los que afirmaron en un 72% de
los casos que los salarios no son correctos para los alteños y que las
condiciones laborales de El Alto en 29% son pésimas, en 14% malas y el 21% regulares.
Sólo el 22% tiene contrato de trabajo.
Los periodistas alteños entrevistados demandaron tener más oportunidades de formación y actualización
académica en la ciudad. La Universidad Pública de El Alto (UPEA) no satisface totalmente las necesidades
de formación periodística, tiene un enfoque centrado en la comunicación social
y no en la formación de periodistas de forma específica (al igual que la UMSA,
UAGRM y otras carreras del país).
Las agresiones a periodistas alteños se denuncian poco, y
están ligadas a las condiciones laborales precarias y a la conflictividad
expresada en movilizaciones en calles y carreteras. Esta conclusión está refrendada por la base de datos de agresiones
a periodistas en el país, y los propios testimonios de periodistas alteños, que
señalan que existen limitaciones para denunciar las agresiones a periodistas,
generalmente ligadas al temor a represalias o a perder el puesto de trabajo.
La mirada
interna
Con el fin de brindar insumos para la reflexión y debate
sobre las dificultades del ejercicio periodístico en El Alto y la
representación de esta ciudad en la prensa, el ONADEM presentó los resultados
de su trabajo en un conversatorio realizado el pasado 9 de agosto con
periodistas alteños, quienes intercambiaron criterios sobre la problemática relativa
al ejercicio periodístico.
A partir de los resultados obtenidos por el ONADEM se logró
conocer la percepción de los periodistas encargados de la cobertura informativa
en la urbe alteña. Ilich Ordoñez, jefe de prensa de Paceñísima de Televisión,
indicó que una de las posibles causas para que la mayor parte de noticias
originadas en esta ciudad estén
relacionadas a violencia sea la falta de medios de comunicación propios
de El Alto y la precariedad en la que
funcionan los pocos que existen. “La mancha urbana de El Alto quizás ha
superado a la de La Paz, pero los departamentos de prensa en La Paz cuentan
hasta con cinco equipos, mientras en El Alto simplemente tienen uno, que tiene
que encargarse de hacer el tema de alcaldía, seguridad y social”.
La secretaria ejecutiva de la Federación de Trabajadores de
la Prensa de El Alto, Fabiola Furuya, afirmó que las agresiones son un tema muy
difícil de esclarecer y sancionar. Lamentó
el deceso de los hermanos y periodistas alteños Verónica y Víctor Hugo Peñasco
Layme , ligada a las condiciones laborales precarias de trabajo y a la
inseguridad de la ciudad de El Alto. Además, recordó a los asistentes el asesinato
del periodista Carlos Quispe, en el municipio de Pucarani, el año 2008, caso
que hasta la fecha no ha sido sancionado ni esclarecido. Esta muerte fue
atribuida a la realidad laboral de los periodistas de provincias, que reciben
en muchos casos presiones y agresiones que no son difundidas ni denunciadas.
Furuya argumentó que la inseguridad es un tema que no puede
ser ocultado. “Si bien la ciudad de El Alto se muestra como una ciudad
delincuencial, es porque existe y no podemos mostrar algo que no ocurre y eso
se está mostrando en los medios, pero esos datos deberían ayudar para prevenir
nuevos casos y que se hagan políticas de seguridad ciudadana, que van a la par
de la delincuencia”.
La corresponsal alteña de Radio San Gabriel, Alejandra
Vásquez, afirmó que la mayor parte de las noticias generadas en la urbe alteña están
relacionadas a la crónica roja: “las grandes cadenas televisivas, si sacan
alguna información de la ciudad de El Alto, efectivamente son asesinatos,
marchas y problemas en esta ciudad, es decir, para las empresas televisivas, El
Alto es una ciudad conflictiva, es el patio trasero del país y esa es la imagen
que se está dando inclusive a nivel internacional”.
Además, Vásquez aseveró que en la difusión de estas noticias,
en especial en la televisión y prensa, las decisiones están en manos de los
dueños de medios y jefes de redacción: “generalmente se obedece a un patrón que
dice que tenemos que mostrar primicias y si la primicia es mostrar un
accidente, tenemos que hacerlo y si lo hacemos primero mejor, así pateamos al
otro. Si se muestra un asesinato o un accidente primero es para ganar más gente”.
David Ticona, periodista de Bolivia TV, afirmó que hay periodistas que buscan
exclusivamente las noticias sobre muertos y violencia, y que hay que trabajar
en procura de mejorar la imagen que se difunde sobre la ciudad de El Alto y sus
pobladores.
El debate de los periodistas participantes en este
conversatorio, estuvo centrado en la posibilidad de trabajar para incorporar
otros temas en la agenda informativa, más allá de la criminalidad y
delincuencia. La periodista de radio Cordial, Irma Sánchez, sostuvo que son pocos los medios
que se ocupan de grupos vulnerables, como los niños y adultos mayores y que se
debería aumentar la cobertura de estos y otros temas que son de más utilidad
para la población: “son pocos los que hablan del medio ambiente, de ciencia…hay
productoras y periodistas independientes, que con esfuerzo propio tratan de
hacer visibles estas temáticas”.
Por su parte, Boris Miguez, director de la carrera de Comunicación
Social de la UPEA, instó a los trabajadores de la prensa a diversificar la
temática de las notas y ocuparse más de cubrir temas ligados al desarrollo, considerando
que el cambio de imagen de esta ciudad está en manos de los periodistas .
El encuentro entre periodistas alteños y el ONADEM mostró
que las dificultades del ejercicio periodístico en El Alto ameritan continuar
realizando trabajos y análisis conjuntos buscando mejorar las condiciones
laborales de los trabajadores y la calidad periodística en dicha ciudad, en pro
de un periodismo que contribuya a cualificar el ejercicio de ciudadanía.
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