24 de junio de 2014

PERFIL DE LA PROGRAMACIÓN TELEVISIVA OFICIAL BOLIVIANA

 Bernardo Poma Ulo[1]

Si la responsabilidad social de los medios de comunicación públicos implica promover el debate democrático entre las diversas visiones culturales, así como entre las distintas posiciones políticas e ideológicas, se  puede decir que la primera red televisiva estatal del país, Bolivia TV (BTV), aún mantiene tareas pendientes en relación a su audiencia y la ciudadanía.

En efecto, según un estudio del Observatorio Nacional de Medios (ONADEM) llevado a cabo en el mes de junio de 2013[2], BTV presentó una programación distinta a la de las redes privadas, con más programas periodísticos y culturales, pero incluyó bastante información gubernamental que resultó la segunda categoría más frecuente y ocupó más de la quinta parte del total de programas emitidos (ver Gráfico 1). Esto último tiende a desvirtuar su definición de  televisión pública, pluralista y democrática, dado que, según el mismo estudio, no se encontró programas equivalentes en los que, de manera ecuánime, se expresen ampliamente visiones y posiciones diferentes o críticas a las voces del oficialismo nacional.

Oferta televisiva oficial

De acuerdo a la investigación de referencia, tres categorías de programas —en número de emisiones semanales— fueron las más relevantes  en BTV: en primer lugar, los de contenido periodístico general (27%), luego los que difundieron información gubernamental (22%) y, en tercer término, los que abordaron temas relacionados con las actividades y prácticas culturales (21%).



En el segundo rango numérico, quedaron los programas de otras tres categorías. En principio los que abordan o están especializados en distintos temas (12%) de utilidad social (medicina, educación sexual, derechos del consumidor, entre otros). Luego, los programas deportivos (10%) y finalmente los formatos tradicionalmente de entretenimiento ocuparon el último lugar de frecuencia de emsión (7%). Cabe señalar que BTV no emitió ningún programa religioso que promueva alguna doctrina de carácter católico o evangélico.  
En relación al tiempo de emisión (en un total de 168 horas semanales), la secuencia registrada en número no varió en la mayoría de las categorías, excepto en dos casos. Primero, el tiempo destinado a los programas noticiosos que sobrepasó el tercio del tiempo total disponible (35%) así como el dispuesto para los de entretenimiento (12%), lo cual se explica porque estos programas tuvieron en general mayor duración. En las otras categorías, el porcentaje de tiempo ocupado no varió sustancialmente en relación a su número de emisiones (de uno a tres puntos porcentuales).


Rasgos de la información periodística de BTV

Con el perfil de programación anotado, Bolivia TV sobrepasó claramente el número de emisiones de programas periodísticos respecto de los canales privados. Así, BTV presentó 67 emisiones —de 12 distintos programas— en la semana estudiada, cuando el promedio en las redes privadas fue de entre 20 y 30 emisiones semanales.

La variedad de formatos también fue mayor (noticieros, revistas informativas, debates y reportajes como programas separados, no dentro de otros), dado que en los canales privados la tendencia fue ofrecer sólo dos tipos de programas periodísticos. Además,  BTV, ofreció un noticiero en idioma nativo con frecuencia diaria (de lunes a viernes), de modo similar a solamente uno de los canales privados estudiados. 

Cabe señalar que un programa con rasgos periodísticos, denominado “Reporte Informativo”, sin horario regular, resultó en general el preámbulo de otro destinado a la información gubernamental, dado que, en su desarrollo, el mismo se redefinió como “Gestión de Gobierno” (como se explica en el siguiente acápite). En ese sentido, sólo en una ocasión (el viernes 7 de junio) “Reporte Informativo” incluyó información con diversidad de temas de interés general, a diferencia de las otras emisiones, en las que se concentró en la transmisión de actos oficiales.

Y justamente, en ese perfil noticioso, lo cuestionable no es la variedad de formatos ni la cantidad de emisiones, sino la tendencia oficialista de la información periodística de BTV, en particular de sus noticieros centrales, como ya fue anotado por otras investigaciones del ONADEM (Cf. VILLEGAS, 2011: 93). Esta tendencia se caracteriza principalmente por el abordaje de temas del ámbito político y por la cobertura mayoritaria de fuentes informativas gubernamentales (Cf. VILLEGAS, op.cit.).   

Estrategias de la información gubernamental

Como se adelantó, fuera de los noticieros habituales, un número considerable de emisiones de BTV difundieron expresamente información gubernamental (22% del total) dedicada a promocionar la imagen del gobierno nacional. En el periodo de observación esto se verificó a través de tres tipos programas: a) los que hicieron la cobertura de actos oficiales del presidente del Estado bajo el rótulo de “Reporte Informativo” o bien como “Gestión de Gobierno”, b) los elaborados para destacar las acciones y políticas del gobierno o de alguna instancia estatal (ministerios, YPFB, etc.), c) los elaborados con la participación de representantes de sectores u organizaciones sociales afines al oficialismo, por lo que el enfoque informativo resultante fue de apoyo a las acciones del gobierno y de descalificación de la oposición política.
Una reciente evaluación de la Agencia de Noticias Fides (ANF), del mes de mayo de la presente gestión[3], señala que BTV transmitió hasta cinco actos oficiales por día, en los cuales la figura central resultó el presidente del Estado.    
Con esos rasgos, aunque la programación de BTV contempló, según el trabajo del ONADEM, un apreciable 95% de producción nacional, queda pendiente la reflexión sobre su contenido que debiera obedecer a una línea editorial y de programación basada en el pluralismo y la ecuanimidad, más si se trata de una televisión que se mantiene con recursos públicos. Lamentablemente, la imbricación poco saludable entre los intereses de los gobiernos de turno y la televisión estatal tiende a contribuir a la polarización social y política y no al debate racional y pluralista de los asuntos públicos, más aun en momentos clave (Cf. ONADEM, 2011: 119-130). Esa misma relación también ha contribuido, incluso desde que este medio operaba como Empresa Nacional de Televisión, a su “baja credibilidad” por “su clara orientación pro-gobierno de turno” (FUENZALIDA, 1998).

No perder el concepto de lo público

En ese contexto, no se debe confundir lo estatal con lo gubernamental —al menos en concepto—, considerando las consecuencias anotadas. Todo medio de comunicación, más si se apoya en fondos estatales, debiera reconocerse y actuar como institución de servicio público, por tanto, con responsabilidad ante toda la población y evitando caer en un abuso del poder simbólico que conlleva. En el plano de la gestión de un medio público, una dirección colegiada con participación social democrática, podría contribuir a la formulación de una oferta de programación televisiva pluralista y ecuánime, descentrada —no desconectada— de la agenda oficial.
Así, la tarea pendiente con la sociedad es que la televisión estatal en el país asuma tal responsabilidad y recentre su programación y línea editorial principalmente en lo educativo y cultural, con vocación de  servicio público y compromiso con la calidad que la ciudadanía requiere.

Bibliografía citada

AGENCIA DE NOTICIAS FIDES (ANF, 2014). “BTV transmite un promedio de cinco actos gubernamentales por día”. Versión electrónica en: http://www.eldeber.com.bo/btv-transmite-un-promedio-de-cinco-actos-gubernamentales-por-dia/140512165907 (Consulta: 14/06/2014).
FUENZALIDA, Valerio (1998). “Situación de la televisión pública en América Latina”. En: Revista Diálogos de la Comunicación, Nº53. FELAFACS.
OBSERVATORIO NACIONAL DE MEDIOS (2011). “Las elecciones del 4 de abril de 2010. Lo hecho y dicho en diarios y TV”. En: Medios a la Vista 2. UNIR/ONADEM. La Paz (pp. 119-130).    
POMA, Bernardo (2014). “Rasgos y desafíos de la oferta televisiva privada boliviana”. Versión electrónica en: http://onadembolivia.blogspot.com/2014/02/rasgos-y-desafios-de-la-oferta_3.html.
VILLEGAS, Sandra (2011). “Fuentes oficiales y temática política prevalecen en los medios gubernamentales”. En: Medios a la Vista 2. UNIR/ONADEM. La Paz (pp. 93-100).




[1] Investigador del área de Comunicación Democrática  de la Fundación UNIR Bolivia.   
[2] El estudio, cuya muestra fue la semana del 3 al 9 de junio de 2013, incluyó además a 5 redes televisivas privadas (PAT, UNO, ATB, Unitel, Bolivisión). En este artículo se presenta un resumen evaluativo y comparativo de resultados referidos sólo a la red BTV (Canal 7) de propiedad estatal. Un primer resumen del estudio fue publicado en febrero pasado y estuvo referido al análisis de las redes privadas (ver: http://onadembolivia.blogspot.com/2014/02/rasgos-y-desafios-de-la-oferta_3.html).   

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