Si la responsabilidad social de los medios de
comunicación públicos implica promover el debate democrático entre las diversas
visiones culturales, así como entre las distintas posiciones políticas e
ideológicas, se puede decir que la primera
red televisiva estatal del país, Bolivia TV (BTV), aún mantiene tareas pendientes en relación a su audiencia y la
ciudadanía.
En efecto, según un estudio del Observatorio Nacional
de Medios (ONADEM) llevado a cabo en el mes de junio de 2013[2], BTV
presentó una programación distinta a la de las redes privadas, con más programas
periodísticos y culturales, pero incluyó bastante información gubernamental que
resultó la segunda categoría más frecuente y ocupó más de la quinta parte del
total de programas emitidos (ver Gráfico 1). Esto último tiende a desvirtuar su
definición de televisión pública,
pluralista y democrática, dado que, según el mismo estudio, no se encontró programas
equivalentes en los que, de manera ecuánime, se expresen ampliamente visiones y
posiciones diferentes o críticas a las voces del oficialismo nacional.
Oferta televisiva oficial
De acuerdo a la investigación de
referencia, tres categorías de programas —en número de emisiones semanales—
fueron las más relevantes en BTV: en primer lugar, los de contenido
periodístico general (27%), luego los que difundieron información gubernamental
(22%) y, en tercer término, los que abordaron temas relacionados con las
actividades y prácticas culturales (21%).
En el segundo rango numérico,
quedaron los programas de otras tres categorías. En principio los que abordan o
están especializados en distintos temas (12%) de utilidad social (medicina,
educación sexual, derechos del consumidor, entre otros). Luego, los programas
deportivos (10%) y finalmente los formatos tradicionalmente de entretenimiento
ocuparon el último lugar de frecuencia de emsión (7%). Cabe señalar que BTV no emitió ningún programa religioso
que promueva alguna doctrina de carácter católico o evangélico.
En relación al tiempo de emisión (en
un total de 168 horas semanales), la secuencia registrada en número no varió en
la mayoría de las categorías, excepto en dos casos. Primero, el tiempo
destinado a los programas noticiosos que sobrepasó el tercio del tiempo total
disponible (35%) así como el dispuesto para los de entretenimiento (12%), lo
cual se explica porque estos programas tuvieron en general mayor duración. En
las otras categorías, el porcentaje de tiempo ocupado no varió sustancialmente
en relación a su número de emisiones (de uno a tres puntos porcentuales).
Rasgos de la información
periodística de BTV
Con el perfil de
programación anotado, Bolivia TV
sobrepasó claramente el número de emisiones de programas periodísticos respecto
de los canales privados. Así, BTV
presentó 67 emisiones —de 12 distintos programas— en la semana estudiada,
cuando el promedio en las redes privadas fue de entre 20 y 30 emisiones
semanales.
La variedad de
formatos también fue mayor (noticieros, revistas informativas, debates y
reportajes como programas separados, no dentro de otros), dado que en los
canales privados la tendencia fue ofrecer sólo dos tipos de programas
periodísticos. Además, BTV, ofreció un noticiero en idioma
nativo con frecuencia diaria (de lunes a viernes), de modo similar a solamente
uno de los canales privados estudiados.
Cabe señalar que
un programa con rasgos periodísticos, denominado “Reporte Informativo”, sin
horario regular, resultó en general el preámbulo de otro destinado a la
información gubernamental, dado que, en su desarrollo, el mismo se redefinió
como “Gestión de Gobierno” (como se explica en el siguiente acápite). En ese
sentido, sólo en una ocasión (el viernes 7 de junio) “Reporte Informativo”
incluyó información con diversidad de temas de interés general, a diferencia de
las otras emisiones, en las que se concentró en la transmisión de actos oficiales.
Y justamente, en ese perfil noticioso, lo cuestionable
no es la variedad de formatos ni la cantidad de emisiones, sino la tendencia
oficialista de la información periodística de BTV, en particular de sus noticieros centrales, como ya fue anotado
por otras investigaciones del ONADEM (Cf. VILLEGAS, 2011: 93). Esta tendencia se
caracteriza principalmente por el abordaje de temas del ámbito político y por
la cobertura mayoritaria de fuentes informativas gubernamentales (Cf. VILLEGAS,
op.cit.).
Estrategias de la
información gubernamental
Como se adelantó, fuera de los noticieros habituales,
un número considerable de emisiones de BTV
difundieron expresamente información gubernamental (22% del total) dedicada a
promocionar la imagen del gobierno nacional. En el periodo de observación esto
se verificó a través de tres tipos programas: a) los que hicieron la cobertura
de actos oficiales del presidente del Estado bajo el rótulo de “Reporte
Informativo” o bien como “Gestión de Gobierno”, b) los elaborados para destacar
las acciones y políticas del gobierno o de alguna instancia estatal
(ministerios, YPFB, etc.), c) los elaborados con la participación de
representantes de sectores u organizaciones sociales afines al oficialismo, por
lo que el enfoque informativo resultante fue de apoyo a las acciones del
gobierno y de descalificación de la oposición política.
Una reciente evaluación de la Agencia de Noticias
Fides (ANF), del mes de mayo de la presente gestión[3], señala que BTV
transmitió hasta cinco actos oficiales por día, en los cuales la figura central
resultó el presidente del Estado.
Con esos rasgos, aunque la programación de BTV contempló, según el trabajo del ONADEM,
un apreciable 95% de producción nacional, queda pendiente la reflexión sobre su
contenido que debiera obedecer a una línea editorial y de programación basada
en el pluralismo y la ecuanimidad, más si se trata de una televisión que se
mantiene con recursos públicos. Lamentablemente, la imbricación poco saludable
entre los intereses de los gobiernos de turno y la televisión estatal tiende a
contribuir a la polarización social y política y no al debate racional y
pluralista de los asuntos públicos, más aun en momentos clave (Cf. ONADEM,
2011: 119-130). Esa misma relación también ha contribuido, incluso desde que
este medio operaba como Empresa Nacional de Televisión, a su “baja
credibilidad” por “su clara orientación pro-gobierno de turno” (FUENZALIDA, 1998).
No perder el concepto de lo público
En ese contexto, no se debe confundir lo estatal con lo
gubernamental —al menos en concepto—, considerando las consecuencias anotadas.
Todo medio de comunicación, más si se apoya en fondos estatales, debiera
reconocerse y actuar como institución de servicio público, por tanto, con
responsabilidad ante toda la población y evitando caer en un abuso del poder
simbólico que conlleva. En el plano de la gestión de un medio público, una
dirección colegiada con participación social democrática, podría contribuir a
la formulación de una oferta de programación televisiva pluralista y ecuánime,
descentrada —no desconectada— de la agenda oficial.
Así, la tarea pendiente con la sociedad es que la
televisión estatal en el país asuma tal responsabilidad y recentre su
programación y línea editorial principalmente en lo educativo y cultural, con
vocación de servicio público y
compromiso con la calidad que la ciudadanía requiere.
Bibliografía citada
AGENCIA DE NOTICIAS FIDES (ANF, 2014). “BTV transmite un promedio de cinco actos gubernamentales por día”.
Versión electrónica en: http://www.eldeber.com.bo/btv-transmite-un-promedio-de-cinco-actos-gubernamentales-por-dia/140512165907 (Consulta:
14/06/2014).
FUENZALIDA, Valerio (1998). “Situación
de la televisión pública en América Latina”. En: Revista Diálogos de la
Comunicación, Nº53. FELAFACS.
OBSERVATORIO NACIONAL DE MEDIOS (2011). “Las
elecciones del 4 de abril de 2010. Lo hecho y dicho en diarios y TV”. En: Medios a la
Vista 2. UNIR/ONADEM. La Paz (pp. 119-130).
POMA, Bernardo (2014). “Rasgos y desafíos de la oferta
televisiva privada boliviana”. Versión electrónica en: http://onadembolivia.blogspot.com/2014/02/rasgos-y-desafios-de-la-oferta_3.html.
VILLEGAS, Sandra (2011). “Fuentes oficiales y temática
política prevalecen en los medios gubernamentales”. En: Medios a la Vista 2. UNIR/ONADEM. La Paz (pp. 93-100).
[2] El
estudio, cuya muestra fue la semana del 3 al 9 de junio de 2013, incluyó además
a 5 redes televisivas privadas (PAT,
UNO, ATB, Unitel, Bolivisión). En este artículo se
presenta un resumen evaluativo y comparativo de resultados referidos sólo a la
red BTV (Canal 7) de propiedad estatal. Un primer resumen del estudio fue
publicado en febrero pasado y estuvo referido al análisis de las redes privadas
(ver: http://onadembolivia.blogspot.com/2014/02/rasgos-y-desafios-de-la-oferta_3.html).
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